Siguiendo el ritmo de cuchillos y tenedores que chocaban con los platos, el presidente del Banco Central del Uruguay (BCU), Mario Bergara, disertó anoche en una cena que la revista Somos Uruguay organizó para 200 empresarios en el hotel Sheraton. El tema planteado era la credibilidad de la autoridad monetaria en el escenario actual; “Temas de actualidad...” comenzó diciendo, ganándose las primeras risas de la noche.
Los principales desafíos anunciados son los ya conocidos: el enfriamiento económico de Brasil y Argentina, el enlentecimiento del crecimiento en China, el fortalecimiento del dólar y, en menor medida, el letargo económico de Europa, que, estimó, durará “unos cuantos años más”. A pesar de las señales de alerta, Bergara afirmó que la desaceleración local responde a la “normalización de las condiciones financieras” mundiales.
“La inflación está bajo control” afirmó, y explicó que el desfasaje de ésta respecto del rango meta del BCU responde a “presiones inflacionarias del exterior y también de la demanda interna”. Según Bergara, “los actuales niveles de precios no perturban ninguna decisión económica” principalmente porque “nadie espera un espiral ni un descontrol” de éstos.
“Aunque la inflación no está en el rango meta, la gente cree”, sostuvo. Según una encuesta realizada por Equipos Mori durante 2014 cuyos resultados se presentaron ayer, la evaluación de la gente sobre el prestigio, la confianza y el cumplimiento de las funciones del BCU es en 70% de los casos buena o muy buena. El porcentaje aumenta a 80% en el caso de los líderes de opinión, cifra que dobla las respuestas que se obtuvieron sobre las mismas preguntas en 2007. “Los primeros sorprendidos somos nosotros”, confesó, pero afirmó que la credibilidad es “imprescindible para la ejecución de la política económica”.
Consultado por una proyección del valor del dólar para fin de año, sostuvo que “no vamos a dar una cifra; el mundo está muy volátil”. Apuntó que “el fortalecimiento de la moneda estadounidense va a continuar” pero le quitó preocupación debido a la absorción que produce la flexibilización del tipo de cambio, cuestionado por algunos empresarios. “Fue lo que nos permitió superar sin dramatismo una depreciación mayor a 30% en los últimos años”, dijo, y afirmó que la caída del dólar en el último año fue “bastante mayor a la caída de las exportaciones que la Cámara de Industrias releva”.