La izquierda ganó la Intendencia de Rocha por tercera vez: en 2004 con 49% de los votos, en 2009 con 52% y este domingo con 42%. De los cuatro municipios que tiene el departamento, perdió uno: fueron reelectos los alcaldes de Chuy (Mary Urse) y Lascano (Ricardo Rodríguez), cambió el de La Paloma (Alcides Perdomo por José Luis Olivera), y se perdió Castillo (donde fue electo Estacio Sena, blanco). La figura del intendente electo, Aníbal Pereyra, surge fuerte dentro del Movimiento de Participación Nacional (MPP) junto con Yamandú Orsi, el intendente de Canelones.

-¿Qué lectura le merece el resultado de las elecciones, teniendo en cuenta que su sector fue el más votado en la interna frenteamplista?

-Hay que analizar la realidad del MPP a partir de la del Frente Amplio [FA], porque, coyunturalmente, cualquier sector puede tener mayor o menor presencia electoral en una instancia de éstas. Tenemos claro que no hubiera habido MPP fuerte en los lugares donde se ganó sin la herramienta más importante de todas, que es el FA. Por sí solo no hay sector que pueda incidir para transformar la realidad. En esta elección el FA fue el único partido que ganó una intendencia, de cinco pasó a seis [Paysandú, Salto, Río Negro, Rocha, Canelones, Montevideo]. Encima, el FA ganó con figuras de renovación. El golpe duro fue Maldonado.

-Se podría decir que ésta fue la elección más peleada que ha tenido el FA en Rocha desde que asumió el gobierno departamental en 2005. ¿Cómo definiría el escenario político que llevó a consolidar una tercera victoria del FA?

-De las últimas ocho elecciones en Rocha, el FA ha ganado siete [menos en el balotaje de 2009]. A eso se le suma la característica de que en las departamentales obtuvimos más votos que en las nacionales. Esta elección tiene la misma cantidad de votos que la de octubre, mientras que el Partido Nacional no ha podido superar los 21.000 votos en ninguna de las elecciones. Sí, capaz que ésta fue la más difícil, pero el escenario era diferente. En 2005 veníamos de ganar el gobierno nacional y a una intendencia destrozada [gobernada por el blanco Irineu Riet Correa]. En 2010 quedamos muy bien posicionados por la gestión de [Artigas] Chueco Barrios [intendente 2005-2015], y en esta elección, si bien la gente apoyó la reelección del partido, Barrios no se candidateaba. Para nosotros es como la prueba del cuatro para el borracho.

-¿Qué lugar ocupará Barrios en su gobierno?

-Empezamos a trabajar en el gabinete la próxima semana, pero estará en Hacienda o como coordinador del gobierno departamental con el nacional. Barrios como presidente del Congreso de Intendentes ha logrado articular muchas cosas. El gobierno nacional juega un rol importante en las políticas locales, y sentimos responsabilidad sobre las formas en las que vamos a seguir trabajando.

-Antes de ser electo aseguró que si ganaba continuaría con el proyecto “Barrios” en Rocha, lo que implicaría “potenciar” el puerto de aguas profundas en el departamento. Pero el presidente Tabaré Vázquez puso en cuestionamiento su realización. ¿Hará algo al respecto?

-Vázquez dijo que por ahora, al caerse Aratirí, se congelará. [El ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor] Rossi dijo que es una necesidad estratégica. Si no lo hace Uruguay lo hará Argentina o Brasil. El puerto no es un capricho, es un proceso que se inició en 2011 y continúa. El gobierno departamental juega un rol importante como articulador, generador de las condiciones territoriales y locales. En ese sentido vamos a seguir con la misma mira que tuvo el Chueco.

-¿En qué situación está el puerto de La Paloma?

-En los años 70 y 80 fue dinamizador de los barcos de pesca de altura, las plantas pesqueras operaban a partir de ahí. Durante 30 años se fue llenando de arena porque nunca más se invirtió y perdió su capacidad operativa. A partir de 2005 se hizo una inversión muy importante, se construyó un muelle artesanal y uno deportivo. De a poco vamos haciéndolo resurgir. Actualmente hay un barco pescando, se prevé que en dos o tres meses haya más. El muelle Nº2 pasó a la Administración Nacional de Puertos, que va a refaccionarlo.