La Unión de Clasificadores de Residuos Urbanos Sólidos llegó a un acuerdo con representantes de las organizaciones de la sociedad civil que gestionan las plantas de clasificación de residuos que instaló la Intendencia de Montevideo. Como informó la diaria, los trabajadores de las cuatro plantas se mantenían en conflicto por los bajos ingresos que percibían mensualmente, que se componen de una parte fija y otra variable, pero que nunca superaban los 14.000 pesos.

El acuerdo logrado en la instancia de negociación mantenida ayer en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social incluye la fijación de un salario mínimo de 15.000 pesos nominales desde el 1º de mayo de este año. La base salarial será de 10.300 pesos, y el resto se completará con una partida generada por la venta de materiales a reciclar. Los clasificadores aseguran que en el último tiempo se produjo una baja en el precio de las materias primas, factor que ha incidido en los bajos ingresos que dicen recibir.