Como parte del Plan Siete Zonas, ayer se inauguró el parque para la convivencia Alba Roballo, ubicado entre las calles Florencia, Felisberto Hernández, 8 Metros y la rambla Blanco Acevedo, frente a la cooperativa de viviendas Juana de América. Este nuevo espacio, del estilo de las plazas Liber Seregni y de Casavalle, se ubica entre los barrios Chacarita de los Padres, Bella Italia y Santa Teresa.

Cuenta con una cancha con piso de hormigón, con arcos de fútbol y tableros de básquetbol, una pista para patinar, practicar skate o andar en bicicleta, un espacio cerrado con rejas, con hamacas, juegos inclusivos y saludables, baños públicos y una oficina para el personal de la plaza. También tiene dos espacios verdes para el esparcimiento y una cancha de fútbol-rugby, para un grupo de chicas que practican esa disciplina desde hace dos años, con el apoyo de la Fundación Celeste. El parque está dividido por una calle, iluminado por 50 luminarias, rodeado por cunetas nuevas, y aún falta que se construya una bicisenda alrededor del perímetro. Durante el día habrá dos turnos, con cuatro funcionarios cada uno, y, entre las 22.00 y las 6.00, otro con dos cuidaparques. Las luminarias permanecerán encendidas durante la noche y la madrugada.

“Plaza Alba Roballo. Abogada, escritora y política uruguaya. Senadora y ministra de Educación y Cultura”, dice el cartel que da nombre al espacio, junto a una imagen de la primera mujer en ocupar un cargo al frente de la Intendencia de Montevideo (IM), cuando el gobierno capitalino estaba conformado por un colegiado. La foto, tomada el 1º de mayo de 1984, muestra a Roballo, que a sus espaldas tiene el Palacio Legislativo y una multitud colmando Avenida del Libertador.

En el acto de inauguración participaron las ministras de Desarrollo Social, Marina Arismendi; de Educación y Cultura, María Julia Muñoz; de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Eneida de León, y el del Interior, Eduardo Bonomi, además de la intendenta Ana Olivera, entre otras autoridades. Mientras los jerarcas hablaban, cientos de niños disfrutaban de los juegos, y otros, no tan niños, de las canchas de fútbol.

Olivera destacó la figura de Roballo como “la primera ministra de América Latina” y “la primera mujer electa” para la IM, ya que integró el Consejo Departamental de gobierno” en la década del 50. “Este lugar está hecho en homenaje a una mujer que dio todo por su pueblo”, agregó Olivera, que prometió continuar con más obras en el parque, como la bicisenda.

Arismendi dijo que este parque representa a “los gurises y muchachos apoderándose y cuidando las instalaciones” y “ser dueños de su destino y de sus derechos”. Reconoció el trabajo de los equipos del Ministerio de Desarrollo Social desplegados “en el territorio”, y afirmó que “esto es parte” de lo que quieren hacer “a lo largo y ancho del país”.

Luego contó que Roballo le dijo una vez que a las mujeres que hacen política “nunca las reconocen”, y que para que eso pasara se tenían que poner “grandes caravanas” y “pintarse”. “Y hemos hecho la experiencia como ministras de que nos confundan, que a la que está en Salud le hablen de educación y a la que está en Educación la confundan con la de Desarrollo Social”, confirmó Arismendi. Finalmente, dijo que en la obra de este parque intervinieron “los tres niveles de gobierno con la participación de los vecinos”, que “están haciendo presente y construyendo los derechos del futuro”.

Bonomi contó que vivió durante 18 años en el barrio y que su pareja, la diputada Susana Pereyra, vivió 28 años allí. “Éste era un barrio entrañable, un barrio de trabajadores de las textiles, un barrio con una cooperativa de trabajadores de Funsa, que era donde vivíamos nosotros”, agregó. El ministro dijo que “después el barrio se complicó” y que los vecinos pidieron más policías para vigilar, pero “hubo un momento en el 2012 que se entendió que construir seguridad no sólo era poner policías en la calle”. “Eso había que hacerlo, pero construir seguridad era construir una estrategia por la vida y por la convivencia, y sobre todo evitar que una cantidad de niños y jóvenes se volcaran a una carrera delictiva, complicándose la vida y complicándoles la vida a las familias, y eso no se hacía con policías, se hacía promoviendo la convivencia. Dentro de esa estrategia, se planteó construir espacios de convivencia, un poco con el ejemplo de la plaza Liber Seregni”, añadió Bonomi.

El ministro expresó que este tipo de plazas “no son para hacerlas y que queden ahí”, sino que “son para que la gente se apodere de ellas y las use”. “No se construye seguridad encerrándose entre rejas. Se construye seguridad ganando la calle, el espacio público, quitándoles espacio a los que quieren delinquir. Los que quieren convivir les tienen que quitar espacio. Este espacio tiene que ser de ustedes. Ocúpenla, cuídenla, háganse cargo. Es una plaza para convivir, es una plaza para quererla”, concluyó Bonomi.