En momentos en los que en todo el mundo comienzan a hilvanar respuestas ante la que se considera la mayor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial, también Uruguay empieza a trabajar en un proyecto para fortalecer la institucionalidad de la Comisión de Refugiados (Core). Así lo aseguró el canciller, Rodolfo Nin Novoa, que en diálogo con la diaria afirmó que el Ministerio de Relaciones Exteriores está trabajando en “un cambio en la ley de la Core, [para] darle más recursos humanos y financieros”. Si bien la Ley 18.076, aprobada durante el primer gobierno de Tabaré Vázquez, estableció la creación de la Core dentro de la cancillería como ámbito encargado de resolver el otorgamiento de la calidad de refugiado a quienes lo soliciten a su llegada al país, tratar los pedidos de reunificación familiar, “planificar, promover y coordinar políticas en materia de refugio” y “coadyuvar en la búsqueda de soluciones duraderas para los refugiados”, la naciente institucionalidad trabajó desde entonces con escasos recursos humanos y materiales. Aunque sesiona con un quórum mínimo de tres miembros, desde su creación la Core cuenta con siete miembros honorarios.

El caso más mediático de los 300 refugiados radicados en el país tuvo ayer una nueva vuelta de tuerca, luego de una reunión entre cinco de los seis ex presos de la cárcel de Guantánamo que solicitaron refugio en Uruguay, su abogado Mauricio Pígola y el intermediador designado por la cancillería, Christian Mirza. El representante legal de los cinco refugiados que están realizando una vigilia frente a la Embajada de Estados Unidos en Montevideo dijo ayer a la diaria que “los grandes puntos ya se zanjaron y ahora estamos mucho más próximos a un acuerdo”. En ese mismo sentido, consultado por la diaria, Nin se mostró optimista: “Estamos cerca”. El monto de la mensualidad que el Estado uruguayo les otorgará y los temas relativos a los cuidados en salud y la vivienda ya fueron resueltos, pero aún resta limar algunos detalles.

Ayer, el canciller se mostró crítico con la “falta de previsión” en la acogida de los seis ex detenidos en Guantánamo y los 42 ciudadanos sirios, decidida por el gobierno de José Mujica. En declaraciones a Radio Sarandí, Nin dijo que el arribo de los ex detenidos fue “una decisión que con toda sinceridad no estuvo debidamente prevista”. “No podemos traer a seis ex presos de Guantánamo a una casa de una organización sindical”, enfatizó. El abogado de los refugiados dijo a la diaria que “eso es algo que surge a simple vista”.

El canciller dijo, además, que ahora es necesario “modificar algunas cosas” para “darle algunas tranquilidades a esta gente que ha sufrido tanto”, en relación al acuerdo que todo indica que se suscribirá entre los refugiados y el Servicio Ecuménico para la Dignidad Humana, una organización no gubernamental que canaliza las ayudas del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados y el gobierno uruguayo para los asilados. Los ex detenidos ya llevan 20 días apostados frente a la embajada.