Uno de los objetivos principales del ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, es reducir el déficit fiscal y, para lograrlo, el gobierno apuesta fuertemente a generar un mayor control en las cuentas de las empresas públicas. Se prevé que el rol de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) será fundamental en esa tarea.

Ayer el presidente Tabaré Vázquez encabezó un encuentro con los presidentes de cinco empresas públicas: Antel, ANCAP, OSE, UTE y la Administración Nacional de Puertos, junto al director de esta oficina, Álvaro García, y Astori. En palabras del titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), el objetivo fue “comenzar un proceso de coordinación en la acción de las empresas públicas en dos planos: inversiones y funcionamiento operativo”. Astori advirtió que en los últimos años ha disminuido sistemáticamente “el aporte de estas empresas públicas a la tesorería”. Por tanto, el gobierno pretende “revertir esa tendencia” sin alterar el funcionamiento de las empresas en la “calidad del servicio público”. El objetivo, planteó, es “revertir ese proceso”. Según dijo el jerarca, se busca que las empresas aumenten sus aportes en al menos 600 millones de dólares a Rentas Generales.

La estrategia pasa, en parte, por que las empresas públicas ingresen sus inversiones al Sistema Nacional de Inversión Pública, un programa que incluye un sistema informático y que tiene “un soporte en cada una de las reparticiones [del Estado], en las cuales se cargan las inversiones que se tenga previsto realizar, con su justificación técnica, jurídica, económica y financiera”, explicó García. Cada organismo realizará una evaluación y un posterior informe a la OPP, que finalmente decidirá si se aprueba el proyecto. “En la medida en que las inversiones sean justificadas, se aprueban, dependiendo siempre de la disponibilidad fiscal”, agregó el titular del organismo. Será la primera vez que se utilice el sistema a este nivel.

Tras la reunión, Astori incluso aseguró que todas las futuras inversiones de las empresas públicas están a estudio del gobierno: “tenemos que analizar la historia de las inversiones, en particular las más recientes, las que incluso están en desarrollo”.

En los hechos, el gobierno pretende enfrentar lo que es considerado una suerte de herencia del gobierno de José Mujica: el resultado fiscal deficitario de muchas de las empresas públicas. El caso más notorio fue el de ANCAP, que tuvo un resultado deficitario de 169 millones de dólares en 2013. En Antel, el resultado fiscal en 2013 fue negativo por 77,5 millones y, según publicó ayer Búsqueda, el de 2014 sería en rojo por 194,3 millones. Ayer Astori evitó referirse a esta empresa señalando que oficialmente el balance de 2014 no se había presentado. En referencia a este tema, dijo que se trabajará para el “cumplimiento estricto de los plazos formales en la presentación de los balances”, algo que se va a controlar “de manera permanente”.