Dos postes amarillos con banderas de la Unión Nacional de Asalariados, Trabajadores Rurales y Afines (UNATRA) marcaban la llegada al festejo en Plácido Rosas, Cerro Largo. En la Sociedad Tradicionalista de Paso del Dragón ya estaba todo dispuesto desde la madrugada; algunos integrantes del Sindicato de Peones de Estancias (Sipes) estaban acampando ahí desde el lunes, para limpiar el terreno y armar la infraestructura de los festejos. Desde temprano, mientras llegaban delegaciones de distintos puntos del país, sonaba música en el escenario vacío. La mayoría venía de centros poblados y parajes de Tacuarembó, Salto, Cerro Largo y Treinta y Tres. También hubo un festejo en el norte del país, organizado por los obreros de los cítricos y de la caña de azúcar; y otro en Florida, de los trabajadores de tambos. Desde que se sancionó la Ley 19.000, que establece el Día del Trabajador Rural, las ocho horas de trabajo y otras reglamentaciones de las tareas en el campo, los festejos han paseado por distintos lugares del país.

Los representantes institucionales llegaron en el correr de la mañana a Plácido Rosas. Las familias también se acercaron antes del mediodía en ómnibus, caballos, autos o caminando desde el pueblo. De a poco se dispusieron mirando al ruedo en sus sillas de playa o en las tribunas. Lo primero que estaba anunciado era el concurso de pruebas camperas para jóvenes y niños. Participaron hijos de los miembros de UNATRA de entre 5 y 18 años, que demostraron habilidades insólitas a la vista de los citadinos.

Mientras las familias se acomodaban, en los parlantes sonaban las voces de Héctor Numa Moraes, Yamandú Palacios, Rubén Olivera, Washington Carrasco y Cristina Fernández, todos saludando a la organización. A unos metros, una mujer repartía folletos con información sobre los derechos de los trabajadores rurales y las posibilidades de acceso a la tierra. Era la directora del Instituto Nacional de Colonización, Jacqueline Gómez. La jerarca conversó con los trabajadores y representantes del gobierno. También participaron en la actividad el actual director nacional de Trabajo, el ex dirigente sindical Juan Castillo; el presidente de la Cámara de Diputados, Alejandro Sánchez, y el director de Desarrollo Rural, José Olascoaga. Andrés Berterreche, senador suplente de José Mujica, llegó contento a media mañana, cargando fundas de bebidas hacia la cantina, y se dispuso a conversar con todos los trabajadores que se le cruzaran. Más desapercibida pasó la presencia de dos de los candidatos a la Intendencia de Cerro Largo por el Frente Amplio: Yerú Pardiñas y Luis Alfredo Fratti.

Libertad o con gloria morir

En el acto del mediodía participó la escuela de Plácido Rosas con sus pabellones patrios y abanderados. La maestra, Graciela Rodríguez, una mujer de unos 50 años que siempre trabajó en contextos rurales, afirma convencida que nota cambios en el campo desde el reconocimiento de los derechos de los trabajadores: “la gente está conforme”, asegura. A diferencia de otros actos, en éste no se entonó La Internacional ni el himno uruguayo, sino “A Don José”, con un coro bastante sentido dirigido por los escolares.

Alejandro Sánchez llevó como obsequio a los integrantes de la UNATRA la Ley 19.000 enmarcada, porque según aclaró, “esta ley no es de los diputados ni senadores que la votamos, es de ustedes”. Y siguió: “Los artículos son de ustedes, las leyes y los derechos que van a venir son de ustedes”, comprometiéndose públicamente. El diputado señaló: “Algunos no se enteraron de que los trabajadores tienen derechos, pero desde el Estado y el Parlamento los vamos a defender”.

Por su parte, Juan Castillo se refirió a “los que construyen día a día la riqueza de la patria” y remarcó los logros que se han conquistado en materia de derechos laborales, pero también aseguró: “Queda mucha tela por cortar para que los trabajadores rurales tengan un salario digno y decoroso”. Instó a los presentes a seguir fortaleciendo la organización sindical.

Richard Olivera, trabajador del arroz, exhortó a sus compañeros de distintas ramas a unirse más y afirmó que el sindicato no ha hecho todo lo que podría porque los trabajadores todavía tienen miedo. César Rodríguez, dirigente del Sipes, enumeró las reivindicaciones de la UNATRA para este período: “No menos de media canasta de salario, que 25% de las tierras que otorgue Colonización sea para emprendimientos colectivos de los trabajadores rurales, y la defensa del Fondes [Fondo para el Desarrollo]”.

Sabremos cumplir

En la tarde siguieron las actividades en el ruedo, esta vez con jineteadas que tuvieron al peón Daniel Silvera como “comisario de pista”. Silvera está desempleado actualmente y percibiendo un salario por parte del Sipes, en tanto no se solucione su situación laboral. Diego Ortiz, conocido en sus emprendimientos por desconocer los derechos de los trabajadores, llegó a un acuerdo a principios de diciembre con Silvera por deudas salariales, mediado por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. Sin embargo, el 30 de diciembre despidió al trabajador, que ahora está en juicio con su ex empleador. Con un simbolismo que emocionaba, cuando los jinetes eran llamados para dar la vuelta de honor, galopaban alrededor de Silvera con las banderas del Sipes y la UNATRA.