La estrategia de impulsar una candidatura propia a la Intendencia de Montevideo (IM) en lugar de buscar consensos más amplios, y la renuncia de Luis Puig a su banca en la Cámara de Diputados por diferencias con el resto de la bancada del Frente Amplio (FA) en relación al mantenimiento de las tropas uruguayas en Haití (cargo que volvió a asumir en febrero) son dos de las razones que llevaron a varios dirigentes del Partido por la Victoria del Pueblo (PVP) -entre los que se encuentran Pablo Anzalone, Adriana Cabrera y Milton Romani- a renunciar a los órganos, previo a abandonar el sector luego de las elecciones del domingo 10 de mayo, según pudo saber la diaria.

La decisión se precipitó luego de que a mediados de diciembre el secretariado del sector definiera la cancelación de la publicación del último número de la revista oficial del PVP, Cuadernos de compañero. Esa edición contenía artículos en los que columnistas invitados reflexionaban acerca de la orientación de la estrategia del sector, que en las elecciones internas de junio y la primera vuelta de octubre compareció junto con Alternativa Frenteamplista, el grupo Ir, Magnolia e Izquierda en Marcha bajo el sublema Casa Grande. Este sublema reunía a los sectores agrupados en torno a Constanza Moreira.

Anzalone -que confirmó a la diaria su renuncia a los cargos de secretario general del PVP y director de la revista- es director de Salud de la IM desde el inicio de la gestión de Ana Olivera. En su momento, su nombre fue manejado como el de un eventual candidato de Casa Grande para la comuna capitalina. Si bien en un principio se esperaba que el sublema propusiera una candidatura común a la IM, finalmente Moreira decidió apoyar a Daniel Martínez. Esa determinación, la decisión de Izquierda en Marcha y el PVP de respaldar a Virginia Cardozo, y la resolución de los grupos Ir, Magnolia y Alternativa Frenteamplista de apoyar a Martínez, quebraron la unidad de los sectores que conformaban Casa Grande.

Junto con Anzalone, también Milton Romani (actual secretario general de la Junta Nacional de Drogas) y Adriana Cabrera presentaron su renuncia al secretariado del PVP, informaron fuentes políticas. Consultado por la diaria, Puig se limitó a decir que “Anzalone es un valioso compañero del PVP”. Otros dirigentes del sector prefirieron no hacer declaraciones. Entre sus principales críticas, los renunciantes achacan a la actual dirección del sector una visión “perfilista” y “sectaria”, ajena a la tradición cultivada en los últimos años, orientada a “la construcción de opciones más amplias” dentro del FA.