Los votos anulados y en blanco en la elección departamental del domingo fueron menos que los de la elección de 2010. De acuerdo a los datos del escrutinio primario publicados ayer por la Corte Electoral, la suma de votos anulados y en blanco (90.225 en blanco y 73.826 anulados) representó 7,21% del total de votos no observados. En las departamentales de 2010 el porcentaje había sido superior (7,72%) y ése había sido el pico más alto de votos no destinados a ningún partido desde la recuperación democrática: los votos en blanco y anulados en 2005 fueron 3,68%, en 2000 3,13%, en 1994 6,71% y en 1989 5,91%.

En 2010, con una candidatura única del Frente Amplio (FA) en Montevideo la disconformidad se había sentido y los votos en blanco y anulado dispararon las estadísticas, situándose en 11,6%. La estrategia aplicada en 2015 por el FA dio el resultado buscado, puesto que descendieron abruptamente los votos en blanco (en 2010 fueron de 7,55% y ahora 4%) y también cayeron los anulados: en 2010 fueron 4,05% y ahora 3,86%.

Pero este tipo de votos se disparó en otros departamentos. En Canelones llegó a 12,8% (24.960 en blanco y 17.942 anulados); la proporción fue superior a la registrada en las departamentales de 2010, cuando 8,72% había votado en blanco y anulado, y a las de 2005, en las que lo había hecho 5,3%. Este tipo de votos en Canelones siempre habían estado levemente por encima del promedio nacional; la diferencia fue que el domingo alcanzaron proporciones que no habían tenido desde la apertura democrática.

El segundo departamento que tuvo más votos en blanco y anulados este domingo fue San José (8,02%), que también alcanzó su máximo: en 2010 esos votos habían sumado 4,79%, en 2005 3,37%, en 2000 2,64% y los porcentajes se parecen más a los de 1994 (6,69%) y a los de 1989 (6,91%).

El departamento que tuvo menos votos en blanco y anulados fue Cerro Largo, con 3,22%; si bien en las últimas cuatro elecciones ese tipo de votos no había superado el 2,5%, se ubicó por debajo de lo que ocurrió en 1989, cuando los votos anulados y en blanco habían alcanzado 4,84%.

Salto se destacó también por el bajo número de votos en blanco y anulados: 3,34%, valores parecidos a las elecciones de este siglo, luego del crecimiento de 1994 (8,16%).

El tercer departamento con menos votos anulados y en blanco fue Flores, con 3,57%. Flores registró porcentajes bajos en la década de 2000, pero se había disparado en 1994, cuando había emitido este tipo de votos 9,6% de los votantes.

El ranking de votos en blanco y anulados en la elección del domingo se completa así: Treinta y Tres (3,81%), Artigas (3,95%), Durazno (4,16%), Florida (4,18%), Rivera (4,48%), Tacuarembó (4,7%), Colonia (4,9%), Paysandú (4,94%), Lavalleja (5,17%), Soriano (5,2%), Río Negro (5,41%), Maldonado (5,51%) y Rocha (6,09%).