Uruguay ocupó el sexto puesto en el ranking regional de receptores de Inversión Extranjera Directa (IED) que elabora anualmente la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), si bien la inversión dirigida al país disminuyó en 2014 unos 278 millones de dólares con respecto a 2013, de 3.032 millones a 2.755, lo que implica una caída de 9% en los volúmenes recibidos. Los primeros cinco puestos los ocuparon Brasil (que recibió 62.495 millones de dólares), Chile (22.002), Colombia (16.054), Perú (7.607) y Argentina (6.612); todos ellos, menos Chile, vieron su inversión extranjera reducida, en mayor o menor medida.

El documento de la CEPAL indica que las grandes inversiones recibidas por Uruguay están asociadas al sector de las energías renovables, entre otras, de la empresa argentina Corporación América, la española Abengoa, la alemana Sowitec y la italiana Enel. Las manufacturas no desempeñan un papel destacado, aunque en 2014 finalizó la construcción de una nueva planta de celulosa “que representa la mayor inversión recibida en el país”, propiedad conjunta de la compañía chilena Arauco y la sueco-finlandesa Stora Enso. Los pronósticos del organismo de las Naciones Unidas indican “varios grandes planes sobre la mesa” para los años venideros, asociados al desarrollo de una mina de hierro y la construcción del puerto de aguas profundas, “para lo cual se busca inversionistas”.

El embajador de Uruguay en Paraguay, Federico Perazza, afirmó ayer, en una entrevista con Radio Nacional de Paraguay, que ese país es el principal destino de las inversiones de Uruguay. Durante estos días, una delegación de 20 pequeñas y medianas empresas visita el país; principalmente son del sector servicios, tecnología de información, estudios jurídicos, contables y de arquitectura. Perazza también afirmó que hay empresas uruguayas interesadas en invertir en asociaciones público-privadas.

Según Perazza, “Paraguay y Uruguay se parecen mucho”, entonces “las empresas que están viniendo encuentran en Paraguay un aliado muy interesante”, un “complemento necesario, ya sea para formar parte de una cadena productiva o para aliarse y salir juntos al mundo”. Otros atributos “muy interesantes” del país socio del Mercosur son su “clima de negocios muy dinámico” y sus “costos de producción muy atractivos”.