Ayer se reunió con el presidente de la República, Tabaré Vázquez, la comisión interministerial para la protección de la calidad del agua del río Santa Lucía, en la que participan los ministerios de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA), Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Industria, Energía y Minería (MIEM) y Defensa Nacional. Además de los ministros asistieron el presidente de OSE, Milton Machado; el prosecretario de Presidencia, Juan Andrés Roballo; el director nacional de Medio Ambiente, Alejandro Nario; el director nacional de Agua, Daniel Greif; y la directora de Recursos Naturales Renovables, Mariana Hill.

Eneida de León, titular del MVOTMA, informó en conferencia de prensa sobre los principales avances en las 13 medidas lanzadas en mayo de 2013 para mejorar la calidad del agua del río Santa Lucía -que abastece de agua potable al área metropolitana-, y comunicar que se está haciendo el seguimiento y el control del estado de las cuencas de Laguna del Sauce y Laguna del Cisne, que abastecen a Maldonado y a parte de la costa de Canelones, respectivamente. La ministra subrayó que ésas son las tres cuencas más importantes para la población, y que junto con OSE, el Laboratorio Tecnológico del Uruguay y el MGAP “se están tomando muestras y se va a establecer un sistema común de información para socializar la información”, y que cada parte va a tomar las medidas que correspondan.

Respecto de la cuenca del Santa Lucía, De León anunció que la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) instrumentó un visualizador que permite observar la cuenca por medio de imágenes satelitales. El foco de ese visualizador estará en las franjas buffer, una zona de amortiguación definida por decreto en febrero que reserva un área sin laboreo de tierra ni uso de agroquímicos a 40 metros de las márgenes de los principales cursos de la cuenca (ríos Santa Lucía y San José), a 100 metros de los embalses de Paso Severino, Canelón Grande y San Francisco y a una distancia de 25 a 80 metros de otros cursos que integran la cuenca. Por medio del visualizador se coordinará el cumplimiento de los planes de uso y manejo del suelo que hace el MGAP. El listado de padrones está publicado en el sitio web del MVOTMA; son miles, y De León aseguró que comenzarán las inspecciones y, ante incumplimientos, las multas.

Respecto de los vertidos de las industrias -de las 23 definidas como prioritarias y otras diez de menor contribución-, la ministra comentó que hay 19 proyectos de sistema de tratamiento de vertimientos aprobados, cuatro en trámites de aprobación y otros 12 que fueron rechazados por la Dinama y están en proceso de ajuste; las industrias debían tener los nuevos sistemas implementados el 31 de enero de 2015, pero la fecha se ha ido prorrogando, así como varios de los plazos de las medidas dispuestas hace dos años.

De León expresó que la Dinama tiene un equipo que está recibiendo las denuncias, que van en ascenso: en 2014 se formularon 20 denuncias y en lo que va de 2015 se han presentado 12. Anunció que se está profundizando la capacidad de control del MVOTMA y de la Intendencia de Canelones (IC).

En relación a la Laguna del Sauce expresó que se está definiendo un plan de acción que será difundido mañana, Día Mundial del Medio Ambiente. Sobre Laguna del Cisne la ministra comentó que se están “tomando acciones” junto con la IC.

El MVOTMA pretende aumentar las multas, tal como lo hizo el MGAP con la tala del monte nativo, para que “realmente tengan importancia”, y para eso comenzó a conversar con Presidencia y el Ministerio de Economía y Finanzas.

Machado anunció que OSE priorizó la construcción de filtros de carbón granular en las plantas de Aguas Corrientes (la obra costará 60 millones de dólares) y de Laguna del Sauce (12 millones de dólares). Reiteró que el agua de OSE es potable y apta para el consumo humano, y aclaró que el fin de esa infraestructura no es garantizar la parte sanitaria, que ya está asegurada, sino las propiedades organoléticas: olor y sabor.

El presidente del ente dijo que tal vez tengan que hacer “algunos ajustes en los sistemas de potabilización” en otros puntos del país, como el río Negro y el río Uruguay, “para estar preparados”. De acuerdo a las medidas anunciadas en 2013, OSE debe construir plantas de saneamiento en las ciudades de San Ramón y Fray Marcos, y hacer ajustes en la de la ciudad de Santa Lucía; Machado ratificó el compromiso de continuar con esos proyectos.

Transparencia

Tanto De León como Machado insistieron en la transparencia del ente al proporcionar información sobre la calidad del agua, y negaron que se oculte información. La semana pasada Sala de redacción, un portal de práctica de estudiantes de periodismo de la Facultad de Información y Comunicación de la Universidad de la República, publicó una noticia en base a 35 informes de calidad de agua potable de OSE de 2012 y 2013, que detectaron la presencia de cianobacterias tóxicas en el agua distribuida por el ente en partes de Montevideo, y contrastaron esa información con las declaraciones de Machado a El País en marzo de 2015, cuando aseguró que “nunca han pasado al agua cianobacterias tóxicas”.

En la conferencia de ayer Machado sostuvo que desde el punto de vista técnico y científico, OSE controla el cumplimiento de la normativa bromatológica dispuesta en 2011 por la Unidad Reguladora de Energía y Agua y el Ministerio de Salud Pública. Detalló que OSE hace 50.000 análisis por año de aspectos físicos, químicos y biológicos, y reiteró que el agua “es apta, confiable y segura” y que “todos los uruguayos la pueden seguir tomando”. Reconoció que “puede haber alguna muestra que OSE toma de estos miles de análisis que se hacen que puede dar mal” y que “en esos casos puede estar mal la muestra” o puede tratarse de “una muestra aislada”, pero “hay todo un procedimiento que es el que se utiliza para mantener las redes con la calidad del servicio que corresponde”; por ejemplo, volver a clorar el agua. Comentó, también, que “nos puede pasar con alguna perforación que tienen minerales o productos químicos y pasa a no ser apta, y lo que hace OSE es clausurar esa fuente y construir otra”. Aseguró que “porque en alguna muestra aparezca alguna bacteria o alguna cianobacteria eso no quiere decir que el agua no se pueda tomar”, y subrayó que “el problema es si esas cianobacterias o toda esa cantidad de nombres que nombraron en ese informe [de Sala de redacción] aparecen durante 20 años y en concentraciones que están por arriba de lo permitido”. Criticó que la nota de Sala de redacción no proporcionara información sobre cuál era la dosis de concentración de las cianobacterias, mientras que De León criticó que se estén comunicando cosas que ocurrieron en 2012 y 2013. “Nos pareció bastante fuera de contexto”, opinó.

Machado volvió a afirmar que “no se ha distribuido agua que tenga material tóxico” y sostuvo que “hay estándares a nivel internacional donde se mantiene determinado grado de aceptabilidad de las muestras” y que “en Uruguay 97%, 98%, 99% de las muestras que se sacan son totalmente satisfactorias”, un porcentaje que en el primer mundo ronda 93% y en otros países de América Latina, apenas 77%.