El domingo el Comité Central del Partido por la Victoria del Pueblo (PVP) analizó la carta de los 12 dirigentes renunciantes al sector, entre ellos el ex secretario general del PVP Pablo Anzalone y el actual secretario general de la Junta Nacional de Drogas, Milton Romani, que se retiraron por diferencias con la mayoría de la dirección del PVP, con el rol de la representación parlamentaria a cargo de Luis Puig y la táctica elegida para las elecciones departamentales de Montevideo. Tras la reunión, el comité central emitió un comunicado en el que lamenta el hecho y considera la pérdida “invalorable y muy dolorosa”. En un activo de militantes que se realizará el sábado se volverá a analizar el tema.

En el comunicado, el comité central señala que el distanciamiento comenzó en agosto de 2014, cuando “el nombre de la compañera que ellos impulsaban no fue elegido”, en referencia a la dirigente Adriana Cabrera, a quien promovían para los primeros lugares de la lista al Senado; y que fue a partir de ese momento cuando comenzó “un proceso de alejamiento y abandono gradual” de Anzalone.

Puig expresó que el PVP “está desarrollando un proceso de crecimiento, con incorporación de nuevas miradas y la conformación de una juventud muy pujante, que estaba reclamando la necesidad de ampliar los espacios de discusión y decisión. Los compañeros, que tienen una muy importante trayectoria en el partido, en realidad no lograron ver esa situación, la necesidad de colectivizar las decisiones”. Según el diputado, otra causa de distanciamiento fue la elección de la candidata por el PVP a la Intendencia de Montevideo, Virginia Cardozo. En primera instancia, el PVP propuso a Casa Grande el nombre de Anzalone como candidato, lo que fue rechazado por Casa Grande y luego también por Anzalone, según Puig. Finalmente, cuando el Comité Central ampliado analizaba la posibilidad de proponer a Cardozo, “Anzalone se autopropuso para ser el candidato, por teléfono. Nos preocupa ese doble discurso, porque se habla de una posición perfilista pero resulta que el compañero se propuso él mismo”.

Respecto de las críticas sobre su tarea como diputado, que los renunciantes consideraban “muy limitada a la hora de incorporar temas candentes”, Puig aseguró que la agenda son “los temas centrales de emancipación de los trabajadores”, y que “nunca hubo un planteo distinto” sobre ese rol. “Si uno tuviera que analizar esto, se trata de priorizar los proyectos personales por encima de los colectivos”, opinó el dirigente.