Fue la primera Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) bajo la secretaría general del ex canciller Luis Almagro. Y como tal, resultó un ámbito propicio para reiterar las intenciones que guiarán al uruguayo en ese cargo. “Me importa tanto mi derecho a decir mi verdad como el derecho de mi opositor a decir la suya”; esta frase, pronunciada ayer por Almagro en Washington, fue de las más destacadas por la prensa internacional, porque condensa la voluntad del secretario general de conciliar visiones distintas en el continente americano. En particular, su intención de que Cuba vuelva efectivamente al organismo, y de que Venezuela retorne a algunos ámbitos que ha abandonado, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. “Creo que existen condiciones hoy para procesar un diálogo hemisférico constructivo, en áreas de interés común y en las que hay divisiones, buscar las mejores circunstancias para abrir puertas cuando éstas aún permanecen cerradas”, manifestó Almagro ayer. Sostuvo que como secretario general será “el más acérrimo defensor de derechos” y en particular del que “sufre la desigualdad desde abajo, el que no tiene voz o aquel cuya voz no es escuchada”. También instó a una “defensa irrestricta de la democracia y los derechos humanos, sin dobles discursos ni dobles estándares”.

El canciller Rodolfo Nin Novoa, presente en la Asamblea General, expresó su deseo de que Cuba se integre plenamente a la OEA, y que se modernice y mejore la gestión del organismo internacional.