Armada de un power point con detalles por país de las exportaciones de servicios globales, la ministra de Industria, Energía y Minería, Carolina Cosse, explicó el jueves en el Secretariado Ejecutivo del Frente Amplio (FA) por qué la liberalización de servicios que se propone en las negociaciones del TISA no sería conveniente para el país. Cosse aún no hizo circular la presentación, pero según un informe de 2013 de Uruguay XXI, en 2012 22% de las exportaciones totales uruguayas correspondían a turismo y transporte (denominados “servicios tradicionales”), y 6% a los denominados servicios globales; estos últimos serían los beneficiarios de la liberalización, porque el turismo y el transporte prácticamente no enfrentan restricciones de acceso a mercados, según explicó en el Secretariado del FA la ministra de Turismo, Liliam Kechichián. Los servicios globales que Uruguay exporta se dividen en asesoramiento profesional (28%), informática (26%), centralización de actividades de empresas globales (22%), servicios de call center (18%), coordinación de cadenas logísticas (3%) y producción audiovisual (3%). Gran parte de estos servicios globales, según explicó Cosse el jueves, están en régimen de zonas francas o son pequeñas empresas que nunca podrían competir en pie de igualdad con las transnacionales.

“Ella [Cosse] se hacía la pregunta de si valía la pena [firmar el TISA]; primero, ante la pequeñez de los sectores en los cuales nos estaríamos basando; y viendo la cosa más en profundidad, también porque la fortaleza de las unidades económicas de esos sectores en general no es buena”, explicó el dirigente del MPP Héctor Tajam a la diaria. Cosse manifestó en la reunión que en el sector de la producción audiovisual y del software, la mayoría son pequeñas empresas o unipersonales que en muchos casos se verían perjudicadas por la liberalización, según informó el viernes el semanario Brecha. “Son sectores que han crecido por la política del Estado, por la política del gobierno. El TISA cambia radicalmente eso y deja a las pequeñas empresas en riesgo, porque la cláusula del trato nacional es muy clara”, indicó Tajam, en referencia a que el acuerdo general del TISA, que prácticamente ya está consensuado, dispone que se deberá tratar de la misma forma a las empresas extranjeras de los países signatarios que a las nacionales, y por lo tanto impide políticas de fomento de la producción nacional en esos sectores.

Por otra parte, según señaló el dirigente comunista Daniel Marsiglia a la diaria, Cosse descartó de plano liberalizar el sector de las telecomunicaciones. “Dijo que ni siquiera lo iba a discutir, que Uruguay no tenía que entrar en nada de eso”, relató Marsiglia. La ministra incluso llegó a exponer los resultados que tuvo el Tratado de Libre Comercio de Uruguay con México en materia de servicios, y sentenció que éstos no fueron favorables para el país.