Si mira un ojo desprevenido, las fotos proyectadas en una de las paredes de la oficina de la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación (CPCN) son de pedazos de cerámicas viejas y sucias. Pero si mira algún ojo del Departamento de Arqueología de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, como los de José López Mazz, ve evidencia histórica. Ayer se presentaron hallazgos arqueológicos que marcan el inicio de la conquista del Río de la Plata: la confirmación de la existencia del asentamiento colonial de origen español del siglo XVI en las proximidades de la confluencia del río San Salvador con el río Uruguay, en Soriano. En el río San Salvador se encontraron objetos náuticos, y en tierra, una choza con recipientes cerámicos guaraníes y europeos, instrumentos para calafatear naves y varios proyectiles balísticos.

En enero de 2011 se realizaron “hallazgos de cerámica colonial en el lecho del río”, que fueron reportados ante la CPCN, que depende del Ministerio de Educación y Cultura (MEC). A partir de ese descubrimiento, la Intendencia de Soriano (IS) firmó un convenio con la CPCN y desde 2012 a 2014 se llevó a cabo el proyecto “Diagnóstico cronológico-cultural y evaluación de la potencialidad patrimonial del sitio arqueológico San Salvador”. El equipo de trabajo está conformado por siete arqueólogos y dos geofísicos bajo la coordinación de López Mazz.

Lo importante, según López Mazz y las autoridades -que asentían con la cabeza mientras hablaba el arqueólogo-, es que los hallazgos “constituyen un correlato material directo de los hechos históricos documentados”. Según el informe que elaboró el equipo de trabajo, es “un anclaje paisajístico al relato histórico”. Éste dice que en mayo de 1527 el español Sebastián Gaboto llegó al río San Salvador, fondeó sus naves mayores y fundó el puerto de Naos, que sería el primer asentamiento español semipermanente en la cuenca del Río de la Plata. Este hecho “fue el inicio de la conquista europea en este territorio, con la creación de asentamientos en San Lázaro [aún no ubicado], San Salvador y Sancti Spiritus, que unían estratégicamente el Río de la Plata con el río Paraná”. A su vez, el texto explica que “desde tiempos prehistóricos esta región ha sido el escenario de contactos interétnicos entre poblaciones locales y otras de origen amazónico que llegan por vía fluvial, como parte de una dispersión poblacional meridional”. Concluye que “los primeros asentamientos europeos en la región se ubicaron en y sobre un escenario de conflicto y violencia precolonial que aprovecharon a su favor”. “Parece no tratarse de una casualidad, sino más bien de una estrategia deliberada”, añade.