La invitación fue de Brecha, que este año cumple sus tres décadas y ayer llenó el Paraninfo de la Universidad de la República para discutir con los periodistas Ignacio Ramonet, Gloria Muñoz Ramírez y Samuel Blixen sobre los desafíos del periodismo independiente.

Blixen fue el responsable de historiar sobre el surgimiento de Brecha. El semanario, que buscó reivindicar el legado de Marcha, nació independiente y de izquierda, y “con buena dosis de irreverencia”. Ser críticos era “facilísimo” al principio, cuando se instalaba el gobierno de Julio María Sanguinetti, pero la independencia periodística “comenzó a resultar más problemática” con el triunfo electoral del Frente Amplio (FA). “Nadie nos cuestionaba nuestra condición de izquierda antes, pero el FA desde el principio entendió que si nosotros éramos de izquierda debíamos ser frenteamplistas. Se nos planteó un problema grave: si nos convertíamos en un órgano frenteamplista dejábamos de ser independientes y, obviamente, elegimos seguir siendo independientes”. Aseguró que sólo Liber Seregni “fue capaz de entender que podíamos ser de izquierda y a la vez independientes, y nunca cerró las puertas de su despacho, pero no fue así con el FA”.

Gloria Muñoz Ramírez es columnista de La Jornada de México y directora del portal digital Desinformémonos, y siguió de cerca el surgimiento del movimiento zapatista en Chiapas. Reivindicó la independencia de la prensa respecto del Estado, de los partidos políticos, “de los gobiernos progresistas a los que en algunos momentos se ha llegado a convalidar”, del poder económico. “¿Pero también de los movimientos? Sí, también de los movimientos sociales, que acompañamos, con los que tenemos un compromiso, que defendemos y que muchas veces integramos, pero sí, si vamos a hacer periodismo vamos a hacerlo independiente, si no dejamos de ser periodistas y hacemos gacetillas y nos convertimos en el órgano oficial, que es válido, pero no es periodismo”, afirmó.

Después del meteorito

Ramonet, que dirigió Le Monde Diplomatique entre 1990 y 2008 y actualmente es director del Observatorio Internacional de Medios de Comunicación, dio su visión sobre el tan discutido impacto de internet en la prensa escrita en papel. Aseguró que internet es la revolución en la comunicación más importante de los últimos cinco siglos, en el mismo plano que la invención misma del lenguaje, la aparición de la representación gráfica, la escritura y la imprenta. “25 años no es nada en la historia de internet, estamos viviendo quizá los primeros minutos del big bang que representa”, aseguró, y consideró que el periodismo padeció “frontalmente el choque de internet, con la misma violencia que el planeta Tierra padeció el impacto del meteorito que provocó la extinción de los dinosaurios”. Para Ramonet, internet provocará “una gran extinción de los periódicos de papel”, aunque no van a desaparecer, asegura, según la máxima de que no hubo medio que sustituyera a los anteriores. “Lo que hay que saber es quién va a poder sobrevivir”, dijo, y, volviendo al impacto del meteorito, recordó que no sobrevivieron los dinosaurios pero sí unos “animalitos pequeñitos que no necesitaban mucho oxígeno, los mamíferos”.

Los diarios que permanezcan, auguró, serán los que no necesiten muchos recursos, los que encuentren “un ecosistema diferente del ecosistema general que los medios de masas necesitan para mantenerse”, los que mantengan la independencia y se dediquen a “combatir algunas de las peores características de la prensa dominante; por ejemplo, ser prensa que depende del mercado, de la publicidad”. Deberán ser independientes, incluso, “de sus propios dueños: la mayoría de los dueños actualmente son industriales que utilizan a los medios para desarrollar su propia influencia”. La prensa escrita, afirma Ramonet, debe recuperar el rol de cuarto poder: “Pero cuando los medios masivos obedecen a su dueño, que tiene sus propios intereses, en América Latina reunidos en el seno de la SIP [Sociedad Interamericana de Prensa], no estamos hablando de un cuarto poder, estamos hablando de un poder que se añade a los poderes dominantes”. En ese contexto, los medios online deben intervenir: surgieron “con muchas ideas, pocos recursos y mucha independencia”, y eso “no hay que desperdiciarlo”, afirmó.

“Uno de los grandes retos del periodismo independiente es su supervivencia. Muchas veces se depende de la publicidad, otras veces de fundaciones, pero yo creo que el medio independiente debe vivir de su audiencia, del público que lo consume”, aseguró Muñoz Ramírez, con la idea de que el público puede ser “constructor del medio, no sólo audiencia”. Desde el público surgió la pregunta sobre cómo funcionan los subsidios estatales en Francia, y la respuesta fue de Ramonet: “No se puede hacer una prensa independiente sin recursos, es algo que la sociedad debe admitir”, dijo, y explicó que el Parlamento francés vota subsidios para “garantizar el pluralismo”. “No es un gesto filantrópico, se hace porque la república tiene que estar viva, y sólo está viva si hay debate democrático”.

También consultaron cómo asimilar la tendencia a lo instantáneo en la información, ante lo que Ramonet reivindicó el rol que debe cumplir el periodismo en el análisis. Frente a la noticia al instante, los periodistas pasan a ser comentadores: “Me encuentro con una sociedad que ha visto pero que no sabe lo que ha visto”, afirmó.