Semanas atrás, el Consejo Directivo Central (CDC) de la Universidad de la República (Udelar) resolvió crear un grupo de trabajo que se expida sobre si es oportuno que Uruguay participe en el Acuerdo de Liberalización del Comercio de Servicios (TISA, por su sigla en inglés). Sin embargo, el grupo denunció haber encontrado dificultades para acceder a los documentos que plantean el marco del acuerdo, y también a aquellos que hablan específicamente del alcance que éste tendría para la educación. En la sesión de ayer del CDC, el rector de la Udelar, Roberto Markarian, se quejó de que pese a haber hecho varias gestiones ante funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores que culminaron en el propio canciller, Rodolfo Nin Novoa, solamente le llegaron dos documentos que no abordan aspectos centrales del acuerdo, uno de carácter reservado y otro confidencial. Según el rector, los documentos a los que pudo acceder no representan “prácticamente nada” de lo que se está discutiendo.

El CDC decidió declarar que la Udelar “ha procurado sin éxito obtener información oficial sobre las características y metas generales” del TISA. Además, la institución “denuncia el carácter secreto de las negociaciones, que dificulta la difusión de cualquiera de sus variantes”, y “manifiesta la firme opinión sobre que el país no debe avanzar en las tratativas de estos acuerdos hasta que no se abra una discusión pública de sus características y contenidos”.

El representante del orden de Egresados en la comisión, Federico Kreimerman, señaló la dificultad de tomar una postura institucional fundada sin la posibilidad de acceder a documentos sobre el marco general del acuerdo. Además, dijo que de acuerdo con un informe oficial del gobierno australiano, a mediados de julio los estados parte de la negociación deberán presentar las listas de aquellos servicios que desean excluir del TISA. El decano de la Facultad de Ciencias Sociales, Diego Piñeiro, consideró que “el secretismo forma parte intrínseca” de las negociaciones del acuerdo comercial, situación que consideró “profundamente antidemocrática”. Además, ante la ausencia de información sobre lo que se discute, pidió “rechazar de plano” el TISA.

El CDC también se pronunció sobre el proyecto de ley de creación del Sistema Nacional de Competitividad, al que le hizo varias críticas. El organismo tomó como base la resolución de la Asamblea General del Claustro, que consideró “profundamente inconveniente” que la ciencia y la tecnología quedaran subordinadas ante la competitividad. El CDC consideró además que es necesario generar una agenda país sobre estos temas y que se considere en forma amplia el concepto de innovación, que en palabras de Markarian, en el proyecto de ley se parece al de “emprendedurismo”.