La derrota del Frente Amplio (FA) en las elecciones departamentales en Maldonado fue analizada por el grupo Juntos (lista 55) y su posición se dio a conocer en un documento que publicó en sus cuentas en las redes sociales. Sin embargo, pocas horas después de compartido, el texto fue eliminado con la aclaración de que “fue un error”. “El documento fue entregado a la Mesa Política del FA en el momento y lugar acordado y es un insumo para promover la discusión interna de la fuerza política de manera franca y responsable. No debió jamás salir de ese ámbito”, agrega el mensaje de aclaración. El texto fue elaborado tres días después del 10 de mayo, luego de que militantes de Juntos se reunieron “para analizar y hacer catarsis” sobre “los resultados de la elección departamental y municipal”.

En el texto se evalúan las causas de la derrota del FA a manos del Partido Nacional (PN) y la pérdida de la Intendencia Departamental de Maldonado (IDM) después de diez años de gobierno de Óscar de los Santos (Alianza Progresista, AP). Se afirma que los colorados votaron al PN y que, además, “muchas figuras públicas coloradas ocuparon lugares en listas” blancas. Luego se opina que ante el “episodio” de la constatación de la no potabilidad del agua corriente, que fue manejado “de forma correcta e incorrecta simultáneamente”, las “señales” de la administración central fueron contradictorias y el tema “monopolizó buena parte de la campaña, vaciándola” de contenidos. También se destaca el impacto de la paulatina baja del “ritmo” de la industria de la construcción y las “perspectivas del empleo y el comercio” en Maldonado, que “jugaron de forma desfavorable”.

Con respecto a los candidatos del FA, se expresa que tanto Pablo Pérez (AP) como Horacio Díaz (Asamblea Uruguay) “no convencieron a parte de los votantes”, mientras que Darío Pérez “sí tuvo una muy buena votación”, pero “según las encuestas, genera fuerte rechazo entre algunos votantes”. “La abstención y votos en blanco duplicó los números de octubre”, se agrega enseguida. El documento asegura que la gestión de la IDM tiene “una buena aprobación por parte de la ciudadanía”, pero afirma que “en este segundo período de gobierno la incorporación de reformas que tuvieran una identidad de izquierda fueron muy limitadas” y que “las importantísimas obras planificadas y realizadas en barrios con población muy vulnerable y de trabajadores se realizaron sin una participación activa de estos sectores de la población”. “En este segundo período se gobernó para la gente, pero sin la gente. Un proyecto de cambio sólo puede avanzar con la participación, y eso fue lo que faltó”, se opina.

Luego se analiza la organización del FA y se evalúa que hubo “errores de comunicación y de final de campaña”, y que “no existió una estrategia ni una mínima coordinación entre los comandos”. “Pensamos que la comunicación es uno de los puntos más débiles del FA, merece un análisis en detalle y que es fácil señalar los errores pero difícil dar una solución. Se traspasaron códigos, y la campaña ‘tenebrosa’ se transformó en un bumerán”, se afirma en el texto. En este tema se cuestiona como “mal concebida” la conferencia de prensa “de la alerta moral” de la última semana de campaña y se plantea que no llegaron a un acuerdo sobre si el acto de cierre “fue una demostración de debilidad o un manotazo de ahogado para tratar de evitar lo que a esas alturas ya se debía saber”.

Sobre el final se analizan algunos hechos anteriores a la campaña, como el procedimiento para la elección interna de la lista 738, al que se considera no “adecuado” y “políticamente ingenuo”, y se afirma que lo peor fue “cuando se quiso arreglar el entuerto”. Como reflexiones finales se plantea que se debe reconocer los errores cometidos y “el autoritarismo que desde algunos sectores ha emergido”. Finalmente, se sostiene que “ser frenteamplista es tener una forma de sentir, de vivir y de pensar, y si algún compañero o compañera no se identifica así, pensamos que es éste un buen momento para que dé un paso al costado. El bien del grupo exige, en ocasiones, sacrificios personales”.