En el marco del Día Mundial sin Tabaco, que se conmemoró el 31 de mayo, el Consejo de Ministros resolvió ayer la creación de una comisión interinstitucional para implementar el denominado “Protocolo para la Eliminación del Comercio Ilícito de Productos de Tabaco”, impulsado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y ratificado por Uruguay, que junto con Nicaragua fue de los primeros en hacerlo en la región.

En conferencia de prensa posterior al Consejo, el ministro de Salud Pública, Jorge Basso, confirmó la necesidad de actuar de forma “fuerte y seria”, de manera que “las políticas integrales que realiza nuestro país en materia de prevención, tratamiento y rehabilitación de personas vinculadas a la adicción del tabaco no tengan acciones fuera de control que de forma ilegal incidan en la accesibilidad de productos de tabaco a precios distintos, por fuera de las normas legales y vinculados a estrategias que los países quieren combatir”.

El protocolo es un acuerdo internacional que surgió de una conferencia de la OMS en la República de Corea en noviembre de 2012 y fue ratificado por Uruguay en agosto de 2014 en conformidad con el Convenio Marco de Control de Tabaco del organismo de las Naciones Unidas. Según la Organización Panamericana de la Salud, ayudaría a suprimir el comercio ilícito mediante una serie de medidas dirigidas al control de la cadena de suministro del tabaco, incluyendo la concesión de licencias de importación, exportación y fabricación de productos de tabaco; el establecimiento de sistemas de seguimiento y localización; y la imposición de sanciones penales a los responsables de comercio ilícito. También criminaliza la fabricación ilícita y el contrabando transfronterizo de productos de tabaco.

La comisión interinstitucional creada estará integrada por representantes de los ministerios de Salud Pública; Relaciones Exteriores; Economía y Finanzas; Interior; Defensa Nacional; Ganadería, Agricultura y Pesca; Industria, Energía y Minería, y Educación y Cultura; la Dirección General Impositiva; la Dirección Nacional de Aduanas; el Poder Judicial; y el Centro de Investigación para la Epidemia de Tabaquismo y la Sociedad Uruguaya de Tabacología; que designarán un delegado por institución. Basso consideró que ésta será una forma de trabajo articulado del gobierno para resolver de forma eficiente la vulneración de las políticas de control de tabaco. “Se apuesta a concretar el no ingreso de esta mercadería, que no se produce en el país, sino que entra por la frontera”, afirmó, y agregó que “los organismos que integran el grupo investigarán y trabajarán con ahínco para resolverlo”.

En lo que respecta al tabaco, el ministro también afirmó que durante el quinquenio se trabajará en la reducción de los copagos, para que las personas que deseen dejar de fumar y necesiten medicación en sus tratamientos puedan concretarlo y así se reduzca aún más la prevalencia en el país, que ha descendido casi diez puntos hasta ubicarse en 22% en la actualidad. Basso aseguró que la mayor reducción de la prevalencia se dio en los jóvenes de 13 a 15 años, que pasó de 22% a 8%, descenso que consideró “fantástico”, por ser la próxima generación de no fumadores. Por otro lado, el ministro afirmó que las cifras permanecen altas en el caso de las mujeres -una tendencia a nivel mundial- debido a las estrategias de comunicación de la industria tabacalera.

Otros resultados positivos para la salud de la población indican la reducción de infartos de miocardio en 22%, mientras que la incidencia sobre los distintos tipos de cáncer comenzará a constatarse con el paso del tiempo, dado que “es más difícil de comprobar”, explicó.