El ex intendente de Salto Germán Coutinho no se atrevió a hablar. El actual gobernador de la comuna, Manuel Barreiro, sí habló: “Decir ahora por qué se llegó a esto no tiene ningún sentido”. “Esta intendencia priorizó inversiones y tuvo desfasajes financieros. No siempre tuvimos todos los recursos que pensábamos tener. Lo importante es salir de esto”, sostuvo. “Esto” es la imposibilidad de pagar los sueldos a los 2.200 empleados departamentales porque no hay plata. “Esto” también es una deuda millonaria, que varía entre 600 y 1.000 millones de pesos, según quién saque las cuentas. Los números rojos llevaron a que el 29 de mayo el intendente comunicara que no pagaría los sueldos, y a que ayer se reuniera el equipo de gobierno saliente, representado por Coutinho y Barreiro, y el entrante, representado por Andrés Lima y sus asesores, con el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Álvaro García, y Pedro Apezteguía, del área de Descentralización e Inversión Pública del organismo. Ninguna de las partes se atrevió a anunciar acuerdos, pero declararon que hubo “avances”.