El 30 de mayo de 2002, 50 días después del tornado que azotó buena parte de la producción granjera nacional, se aprobó la Ley 17.503, que aplicó el Impuesto al Valor Agregado (IVA) a la circulación de frutas, flores y hortalizas y creó el Fondo de Reconstrucción y Fomento de la Granja, apoyado en esa recaudación del IVA. En aquel momento, uno de los principales cometidos del fondo fue atender las pérdidas de los productores por el tornado, además de promover seguros agrarios del sector de la granja, crear un fondo de emergencia para catástrofes climáticas y fomentar el desarrollo de cadenas agroindustriales; la Ley 17.503 preveía que la exoneración del IVA a frutas, flores y hortalizas quedara suspendida hasta el 1º de julio de 2005. La ley 17.844, aprobada en octubre de 2004, extendió la suspensión de la exoneración del IVA hasta el 1º de julio de 2015 y modificó el destino de los fondos, agregando la cancelación o amortización de deudas que productores granjeros tuvieran pendientes con el Banco República (BROU). En 2011 el fondo dejó de ser destinado a la reconstrucción y pasó a denominarse Fondo de Fomento de la Granja; se le añadió la finalidad de amortizar o cancelar las deudas de los productores con los bancos de Previsión Social e Hipotecario o las originadas en el marco del financiamiento del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola.

El 25 de mayo el Poder Ejecutivo envió a la Asamblea General un proyecto de ley para modificar el Fondo de Fomento de la Granja: ya no se financiaría con lo recaudado por la aplicación del IVA a frutas, flores y hortalizas, sino con fondos del Presupuesto Nacional, pero extendía hasta el 1º de julio de 2020 la suspensión de la exoneración del IVA a frutas, flores y hortalizas. En la exposición de motivos, el Ejecutivo se encargó de recordar la conveniencia de promulgar el proyecto de ley con celeridad, puesto que, de lo contrario, caería la suspensión a la exoneración del IVA sin que se destinaran fondos del presupuesto 2015-2020. El proyecto comenzó a tratarse en la Comisión de Hacienda del Senado, y en las dos semanas siguientes la Confederación Granjera del Uruguay y la Comisión Nacional de Fomento Rural (CNFR) manifestaron su rechazo a la propuesta. En diálogo con la diaria, Fernando López, secretario de la CNFR, explicó que no estaban de acuerdo con que se desvinculara el fondo de la recaudación del IVA y dijo que eso supondría ir a pelear cada cinco años para conseguir recursos; además, “si bien prorrogaba por cinco años la situación actual, lleva a la desaparición del crédito fiscal que el productor tiene por el IVA”. La CNFR destaca en su boletín de junio que si bien el fondo “es mejorable, ha sido un instrumento importante en la implementación de programas de apoyo al sector”, sobre todo en lo que refiere a “endeudamiento, desarrollo de los seguros granjeros, apoyo a la agroindustria y a la exportación, mejora de la competitividad, apoyo al desarrollo del riego, y manejo de plagas, capacitación y financiamiento a través del fondo de garantía, entre otros”. López afirmó que los beneficiarios han sido en su gran mayoría productores familiares.

Calidad de vida

El 16 de junio la Asamblea General decretó extender hasta el 1º de enero de 2016 la forma actual de financiamiento del Fondo de Fomento de la Granja. En estos seis meses “vamos a discutir a fondo” el tema, aseguró a la diaria el senador Ernesto Agazzi. Explicó que “el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca [MGAP] contrató, con la ayuda de FAO, una consultoría para hacer un plan estratégico de frutas y hortalizas”, y que ahora hay que definir “cuál es el plan y qué apoyo precisa”, considerando recursos humanos, técnicos y financieros. Mencionó que en 2014 la producción de frutas y hortalizas fue inferior a la de 2013 y opinó que es necesario discutir “qué herramientas usamos para garantizar que la población tenga alimentos y para que los que las producen vivan decentemente. No está habiendo frutas y hortalizas en cantidad suficiente, y los que las producen viven mal”, reclamó.

Cuestionó, además, que si la tendencia es a bajar cada vez más el IVA, el fondo tal como se financia hoy cada vez tendría menos recursos. “Para el desarrollo estratégico la cantidad que da el IVA puede ser suficiente o no; no me ato al IVA”, aseguró.

Anualmente se recaudan 20 millones de dólares por concepto del IVA a frutas, flores y hortalizas. Pero no todo se utiliza. El senador sostuvo que su gasto “ha quedado supeditado a las iniciativas” y que como está destinado a quienes tienen menos capital y menor formación, no siempre se presentan propuestas. Por eso dijo que “no puede ser que quede librado” a los proyectos que se presenten; por otra parte, afirmó que lo que sobra es volcado a una cuenta del MGAP y negó que vaya a parar a Rentas Generales, como sostienen legisladores de Todos hacia Adelante.