-¿En qué áreas se puede avanzar con un sentido de izquierda en este tercer gobierno del Frente Amplio (FA)?

TISA: “Altamente inconveniente”

El vicepresidente Raúl Sendic dijo el viernes a Televisión Nacional Uruguay que el gobierno uruguayo está “lejos todavía de analizar” si va a firmar el Acuerdo de Liberalización del Comercio de Servicios (TISA, por su sigla en inglés). “En este momento estamos pensando si seguimos en la negociación”, afirmó. El Movimiento de Participación Popular no adoptó una decisión sobre el tema, pero algunos de sus dirigentes se manifestaron en contra de firmar el acuerdo en un activo de militantes del sector, el jueves. El diputado Alejandro Sánchez; el ex legislador Héctor Tajam; Sebastián Valdomir, de la secretaría de Relaciones Internacionales del MPP; y el ex director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto Gabriel Frugoni se expresaron en contra del acuerdo por la debilidad de Uruguay en la negociación de este tipo de tratados, porque desregula sectores en beneficio de las transnacionales y establece desregulaciones a futuro,y por el poco peso de los servicios uruguayos que podrían verse beneficiados con el acuerdo, según explicó a la diaria el diputado del MPP Sebastián Sabini. Caggiani también se mostró contrario a la firma del TISA: “Para mí es altamente inconveniente que Uruguay pueda firmar un acuerdo de servicios como está planteado y con las exigencias que se han ventilado”. En materia de inserción internacional, Caggiani resaltó la importancia del Mercosur y llamó a no “volver de una estrategia de Estado puente, como decía Mujica, a la estrategia del enano llorón”.

-Los dos gobiernos del FA permitieron avances sustanciales en cuanto a las relaciones laborales, la distribución de la riqueza, el fortalecimiento del Estado. En este período hay tres agendas en las que es importante avanzar. Por un lado, la consolidación de la agenda de derechos. Por otro, la agenda redistributiva: logramos sacar a mucha gente de la pobreza, pero hay toda una discusión sobre cómo seguimos avanzando en las modificaciones tributarias a los efectos de seguir distribuyendo riqueza.

-¿Deberían incluirse nuevos impuestos?

-Nosotros nos comprometimos en la campaña a llegar a 6% del Producto Interno Bruto para la educación, a la implementación del sistema de cuidados y a la inversión en infraestructura. Hay determinados sectores que están haciendo un uso intensivo de la infraestructura -el sector maderero, los oleaginosos- y hay toda una discusión pendiente de cómo se financia la destrucción de esa infraestructura. Hay que redistribuir parte de los excedentes de esos sectores en el financiamiento de la infraestructura. Y después tenemos que seguir avanzando en cómo gravar más al capital, cómo tener menores exoneraciones al capital en sectores que quizá hoy no lo necesiten. La tercera agenda es la construcción de políticas públicas. Cómo seguimos avanzando en el fortalecimiento del Estado, el desafío del Sistema Nacional [Integrado] de Cuidados, y una discusión de fondo: logramos avanzar en este marco institucional, pero, ¿cómo dar un salto de calidad con una visión de izquierda para transformar el Estado? La izquierda debe discutir cómo avanzar en una reforma constitucional que plasme las modificaciones que se han hecho. Podría hacerse mediante el mecanismo de iniciativa popular, lo que va a permitir movilizar a la izquierda y al campo popular en una serie de cambios vinculados al tema de los recursos naturales, la propiedad, la agenda de derechos.

-¿En qué sentido se modificarían las disposiciones relativas a la propiedad?

-Creo que en materia institucional hemos avanzado en algunos aspectos. En la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual se establecieron tres tipos de propiedad: la pública, la privada y la comunitaria. Con el Fondes [Fondo para el Desarrollo] también se promovió otro tipo de propiedad: la colectiva, la propiedad de los trabajadores. Tiene que establecerse en la Constitución que no existe sólo una forma de propiedad sino que hay bienes que son sociales, comunitarios, que están administrados de diferente manera. Además, se debería considerar a los recursos naturales como recursos estratégicos de la nación, lo que permite otro tipo de consideraciones en cuanto a su cuidado. Hay recursos que tiene el Estado que son finitos, y que si bien hoy pueden estar explotados por un privado, son propiedad de todos los uruguayos. La nueva Constitución también debería incorporar una reforma del sistema judicial.

-¿Hubo cortocircuitos entre la bancada del FA y el Ejecutivo al comienzo del gobierno?

-Nosotros veníamos acostumbrados a un relacionamiento mucho más horizontal y más personalizado con el presidente de la República y las autoridades, y quizá esos cambios, de tener una cuestión mucho más protocolar, se sintieron. De todas maneras, el relacionamiento con el Ejecutivo es acorde, ya hemos tenido encuentros para discutir cuáles son las prioridades del gobierno, y por supuesto que tenemos diferencias en encares y propuestas, pero también las hubo en los anteriores períodos.

-¿Pensás, como otros dirigentes del MPP, que hay que “cuidar” a José Mujica y que no es conveniente proponerlo para la presidencia del FA?

-Lo que tengo claro es que si es considerado como presidente del FA, no debería ser en una lógica de competencia, sino en una de candidato único. Pero tampoco tengo claro que sea el mejor lugar para que Mujica haga lo que tiene que hacer. Para mí tiene que jugar un papel clave en el tema de integración regional, en cómo vincular a las diferentes fuerzas políticas a nivel regional, más que en los temas cotidianos de la fuerza política. Sí puede cumplir un papel en cuanto a la formación de los nuevos militantes y en el pensamiento estratégico, pero para eso no precisa la presidencia del FA.

-¿El MPP hizo un balance de las elecciones departamentales en Montevideo?

-Recién empezamos a hacer el balance, vamos a tener una instancia con Lucía [Topolansky] para ver cuáles fueron los aspectos principales de la posible derrota. Nosotros, más que una derrota, analizamos que la candidatura de Lucía también fue un aporte importante para que el FA tuviera un caudal de votos mayor que si sólo se hubiera presentado un candidato. Pero vamos a analizar qué fue lo que sucedió. Personalmente, creo que fue una elección que más que discutir propuestas de ciudad o programáticas, se basó en una campaña de personalidades. Y había un candidato que estaba instalado en el conjunto de la ciudadanía desde hacía siete años como víctima [en referencia al intendente electo, Daniel Martínez], y bueno, esa víctima surgió y tuvo un efecto. En Uruguay hay novelas desde las 15.00 a las 19.00 en todos los canales, y supongo que la parte de víctima surtió efecto.

-Martínez integró su gabinete con personas jóvenes, no necesariamente sectorializadas. ¿Qué pensás de ese criterio?

-Designar el gabinete es una tarea del intendente. Si yo fuera intendente no hubiera utilizado ese criterio. En el FA existe una proporcionalidad, y dentro de los mejores, hubiera establecido determinada proporcionalidad. Por supuesto, también hay compañeros independientes que tienen capacidad y podrían ser considerados; para integrar el gobierno no tenés que tener un sector atrás. Si eso [las designaciones de Martínez] va a ser bueno o malo, el tiempo dirá. Nosotros tenemos un programa de gobierno común y yo le doy todo mi apoyo a este nuevo gabinete. Hay algunos que son conocidos, otros no tengo idea de quiénes son. Les deseo mucha suerte.