Al otro día de que Tabaré Vázquez asumiera la presidencia, una empresa privada (Floridian SA) mandó una “propuesta” al Poder Ejecutivo informando que disponía de una aeronave modelo Hawker 700 “en óptimas condiciones de vuelo”. La aeronave, que se compró por 1,26 millones de dólares, fue utilizada por Vázquez en su reciente viaje a Brasil, y será usada para “los traslados del mandatario y para vuelos sanitarios”, según dijo días atrás el comandante de la Fuerza Aérea, Washington Martínez.

La compra del avión sólo podía realizarse al amparo de una “notoria escasez de los bienes o servicios a contratar”, según una resolución del Tribunal de Cuentas de la República (TCR) en la que consideró que el Ministerio de Defensa Nacional -en representación del comando general de la Fuerza Aérea- “no acreditó suficientemente la causal”.

El informe técnico del director de Servicio de Abastecimiento sobre dicha adquisición expresó que la nave “es un bien escaso en el mercado local”, en base a lo informado por la Dirección Nacional de Aviación Civil e Infraestructura Aeronáutica. “Es la única de su tipo en servicio en el país”, afirma, y advierte que su potencialidad es “muy aceptable”. El informe asegura también que la oferta de precio “se encuentra en el valor promedio del mercado internacional”.

A su vez, el comandante del Comando Aéreo Logístico argumentó que la propuesta realizada “soluciona una deficiencia operacional de capacidad actual de la fuerza”, y afirmó que “se trata de un bien de notoria escasez en el mercado local”; sin embargo, el TCR entendió que el argumento no está “debidamente” fundado y decidió observar el gasto.

El senador nacionalista Javier García, quien cursó un pedido al Ministerio de Economía y Finanzas sobre la adquisición del avión, recibió ayer la respuesta de esa cartera, que indicó que no ha tenido “participación en el proceso de compra”, a lo que el legislador observó en un tuit: “Esto del avión presidencial cada vez tiene más olor a Pluna”.