En el libro Giro a la izquierda y nuevas elites en Uruguay: ¿renovación o reconversión? los docentes de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República Eduardo Botinelli, Cristian Maneiro, Lucía Pérez y Miguel Serna analizan la integración de la elite política.

Una de sus conclusiones es que, en términos de origen geográfico, existe un marcado centralismo: entre 2005 y 2015, 72% de los senadores y ministros eran montevideanos. En cuanto al nivel educativo, entre 2000 y 2015 el porcentaje de diputados con estudios terciarios no bajó de 75%. Cuando se discrimina entre educación pública y privada, se encuentran diferencias significativas entre el Frente Amplio (FA) y los partidos tradicionales. En el período 2010-2015, 71% de las elites frentistas había cursado la enseñanza media en el ámbito público, porcentaje que descendía a 33% para los partidos tradicionales.

También se registran diferencias en el tipo de estudios universitarios cursados. Por un lado, en términos generales la formación en Derecho disminuyó en el transcurso de las últimas legislaturas. Por otro lado, con “el ascenso de la izquierda al poder se registra una progresiva diversificación de áreas de conocimiento”, indica el estudio. Más de la mitad de los miembros de los partidos tradicionales son egresados de Derecho, mientras que en el caso del FA éstos representan menos de 20%. En el FA hay mayor presencia de docentes (20% de los legisladores frentistas y 7% de los partidos tradicionales en 2010-2015).

El estudio aborda también la ocupación y capital educativo de los padres de los legisladores y ministros. Una de las conclusiones es que los dirigentes del FA tienen “un origen social más popular en sus familias”, con mayor peso de trabajadores y empleados administrativos y públicos, mientras que los partidos tradicionales tienen antecedentes más asociados a los profesionales universitarios, empresarios y comerciantes. Entre los diputados del FA, 6% tiene padres universitarios y 60% padres trabajadores y empleados. Entre los diputados de los partidos tradicionales, el porcentaje de padres universitarios duplica al del FA, y el de padres trabajadores y empleados cae a la mitad (30%).

El estudio registra que 61% de los legisladores en el período 2010-2015 tenía algún familiar político, que el ámbito de la militancia estudiantil es central para los políticos de todos los partidos, y que los frentistas pertenecen en mayor medida a organizaciones sindicales.

Botinelli y Serna explican que en Uruguay la familia, los sindicatos y los gremios estudiantiles -tanto secundarios como universitarios- componen “el conjunto privilegiado de ámbitos vinculados casi directamente con la esfera política en sí misma”. Por este motivo, los autores señalan que no causa sorpresa que en algunas de las entrevistas que realizaron para la investigación, los políticos consultados no puedan precisar el momento exacto en el que ingresaron a su actividad.

Aseguran que en el FA la militancia partidaria presencial y la experiencia en cargos administrativos públicos son “un valor en sí mismo” ya que son tenidas en cuenta a la hora de ocupar cargos en el Parlamento o el gabinete ministerial. En cambio, si bien en los partidos tradicionales este tipo de experiencia también resulta relevante, “no podrían identificarse tan linealmente las trayectorias desde la militancia de base hasta el Parlamento o el gobierno”. “Los políticos que pertenecen al Partido Colorado y al Partido Nacional pasan primero por el gabinete y, posteriormente, por el Parlamento”, explica el estudio.

En una ponencia que realizó ayer en el III Congreso de Sociología, Botinelli expuso que las conclusiones del estudio mostraron que “la alternancia en el gobierno que propone el ‘giro a la izquierda’ en Uruguay cambia pero no rompe con algunos de los patrones históricos de la distribución desigual del poder”. Por ejemplo, en los últimos tres períodos de gobierno el perfil generacional y de género de los gobernantes mostró “pocos cambios a lo largo del período, manteniendo y reforzando una prevalencia de los hombres y de los más adultos”.