Washington Vázquez trabaja como limpiador desde hace 28 años en la Junta local de Centenario, un pueblo de 1.100 habitantes ubicado al noroeste de Durazno, a orillas del río Negro. En 2009, Miguel Denis ingresó como encargado de la Junta. Desde entonces, Vázquez registra varias situaciones de acoso moral laboral por las que ha acusado a ese funcionario ante la Policía y la Justicia. Las denuncias fueron infructuosas hasta junio de este año, cuando el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) tomó cartas en el asunto. Las oficinas de la cartera laboral en Montevideo llevan adelante una investigación administrativa interna. Mientras tanto, Chiche, como conocen en Centenario al denunciante, permanece “eximido de sus tareas”. El sábado, organizaciones que defienden la diversidad sexual se movilizarán para exigir el fin de la discriminación.
En febrero de 2009, Denis llamó a Vázquez a la oficina y lo obligó a firmar una suspensión por 15 días, acusándolo de faltar al trabajo. En abril de ese año comenzó a insultarlo “porque andaba con hombres”, contó el trabajador, en diálogo con la diaria. Lo llamó “puto de mierda” y “me dijo que ‘si quería estar bien con él’, le practicara sexo oral”, agregó. “Me dijo que me iba a mandar para el cuartel; que como los putos ahora pueden entrar de milicos iba a estar cómodo”, señala una de las primeras denuncias, firmada hace seis años por Vázquez, quien quiso denunciar a su encargado ante la comisaría, pero no pudo: los oficiales le respondieron que eran “problemas laborales”.
Desde 2011, Vázquez informó de estas situaciones de discriminación y acoso a Laura Baldenegro, militante del Frente Amplio. En su cargo actual como edila, presentó el caso ante la Junta Departamental, donde es analizado por una comisión investigadora. Situaciones de persecución, insultos y malas condiciones laborales son registradas también por otros trabajadores y trabajadoras, denunció Norberto del Río, dirigente de ADEOM-Durazno, a la prensa local el 4 de junio.
En 2013, Chiche consideró que debía informar a Denis, en su calidad de encargado, que tenía VIH, ya que debía viajar regularmente a la capital para realizarse los controles correspondientes. Unos días después, el secretario de la Junta reunió a los funcionarios en un galpón y “les dijo a todos que yo tenía sida”, relató el denunciante. Algunos de sus compañeros lo apartaron. “Me quedé solo”, recordó.
El secretario de la Junta de Centenario rechazó las acusaciones. La semana pasada, cuando el caso tomó cariz público en el departamento, Denis declaró en Televisión Nacional Uruguay que “nunca habló” de la enfermedad de Vázquez, sino que reunió a los trabajadores y les comentó que “el compañero se encontraba en una situación difícil y teníamos que tenderle una mano”.
Acoso moral laboral
El departamento de Salud Laboral del PIT-CNT define este tipo de acoso como: “Toda conducta que, realizada con cierta reiteración y sistematicidad sobre una persona o grupo de personas en el ámbito laboral, pueda llegar a lesionar su integridad y su dignidad, a través de la degradación de las condiciones de trabajo y la creación de un ambiente intimidatorio”.
“Miguel Denis tiene denuncias por acoso sexual, que quedaron sin efecto en la vía judicial por falta de pruebas. De la discriminación hay testigos, dado que ingresa al lugar de trabajo llamando al funcionario que padece una enfermedad que fue divulgada de manera que no corresponde. En un acta laboral, el jerarca terminó diciendo: ‘No se olviden de que el secretario soy yo´, como diciendo hago y deshago”, respondió Del Río al diario El Acontencer.
Al menos otros tres trabajadores de Centenario han denunciado a Denis ante la Junta Departamental de Durazno por “persecución” y “abuso de funciones” entre 2010 y 2015.
En mayo de este año Chiche se “hartó” y denunció a su encargado ante la oficina del MTSS en Durazno. El 2 y el 9 de junio, denunciante y acusado mantuvieron audiencias con autoridades del ministerio en las que el primero reiteró las “presuntas persecuciones que le hace el secretario de la Junta por su condición sexual y por su enfermedad”, detalló Pablo Delgado, abogado de ADEOM que representa a Vázquez.
El 5 de junio, Denis envió un memorándum en el que notifica al trabajador que queda eximido “temporalmente” de sus obligaciones laborales “hasta que se aclaren los temas referentes al conflicto”. El jueves 11 la denuncia pasó a la Dirección Nacional de Trabajo y está siendo estudiada por la asesoría jurídica del MTSS. En principio, no se prevé una rápida resolución. Fuentes del ministerio señalaron que actualmente “están tramitando denuncias de diciembre de 2014”.
El caso tomó trascendencia en este paso fronterizo entre Durazno y Tacuarembó, luego de que integrantes del colectivo Un Paso hacia la Igualdad, de Paso de los Toros, conociera a Chiche el 3 de junio, durante la marcha “Ni una menos” que se realizó en esa localidad tacuaremboense. Nadia Barreto contó que vio a Vázquez “angustiado y deprimido” por el hostigamiento constante.
Para mostrar solidaridad con este caso y visibilizar las otras denuncias, la Federación Uruguaya de la Diversidad Sexual, Mundo Diverso y Un Paso hacia la Igualdad, con el apoyo del Ministerio de Desarrollo Social y el municipio de Paso de los Toros, marcharán el 4 de julio desde el “Toro” hasta la Junta de Centenario bajo la consigna “Todos somos Chiche”.