Era previsible que ocurriera, pero igual las entradas para su conferencia en la FLIP se agotaron. Al final, el lunes pasado, a dos días del inicio del evento, el periodista y escritor Roberto Saviano -la presencia más importante anunciada para la Fiesta- canceló su viaje a Brasil. O se lo cancelaron, porque al parecer, luego de haber sido amenazado de muerte por la Camorra, no es él quien decide sus pasos, sino su equipo de seguridad, con una antelación de sólo tres días. Aquellas palabras que Saviano escribió el 14 de enero sobre sí mismo para The Guardian estuvieron vigentes una vez más: “Las circunstancias lo han cambiado; es una persona diferente a la que fue, y a los amigos que tuvo. Probablemente una persona peor. Más retraído, aprehensivo, porque está continuamente bajo ataque. Y más enfocado en sí mismo, porque se transformó en un símbolo. […] Más que de morir, tengo miedo de que mi vida nunca vuelva a la normalidad. Tengo más miedo de vivir la vida entera así que de morir”.

Entonces, en vez de Saviano, la mesa principal del sábado tuvo otros periodistas. Allí estuvieron Ioan Grillo, británico, autor de El Narco. En el corazón de la insurgencia criminal mexicana (2012); y Diego Osorno, mexicano, autor de El cártel de Sinaloa (2009) y de La guerra de los zetas (2012), entre otras obras de periodismo de investigación y crónica. Sobre guerrilla fue también la mesa “De globos y blasfemias”, con Riad Sattouf, Jean Plantureux, Plantu, y el brasileño Rafa Campos. Este último lanzó sus dardos sobre un país bastante conturbado en la última semana con el avance de la baja de la mayoría penal, un tema tocado en varias de las mesas, y disparó: “Brasil es el Tercer Reich del indio brasileño, el Talibán de la mujer brasileña, el Ku Klux Klan del negro brasileño”.