El 6 de julio comenzará una nueva ronda de negociaciones del Acuerdo de Liberalización del Comercio de Servicios (TISA, por su sigla en inglés). El subsecretario de Relaciones Exteriores, José Luis Cancela, dijo la semana pasada a la diaria que el gobierno uruguayo no presentará sus listas de excepciones ni ofertas de acceso a mercados en esta instancia de negociación.

Mientras tanto, la discusión en los sectores del Frente Amplio (FA) continúa. El presidente Tabaré Vázquez transmitió que la última palabra en este tema la tendrá la coalición de izquierda, y a partir de entonces el FA recibió en su Secretariado Ejecutivo a todos los ministros para escuchar la postura de cada cartera respecto del TISA. Nadie fue particularmente efusivo en la defensa del acuerdo. La cancillería, representada por el ministro Rodolfo Nin Novoa, y el Ministerio de Economía y Finanzas, representado por el asesor Gabriel Papa, defendieron la pertinencia de estar en las negociaciones. El ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro, alertó sobre la posibilidad de que el TISA vulnere convenios laborales internacionales que Uruguay ha firmado. La ministra de Industria, Energía y Minería, Carolina Cosse, se pronunció en contra del acuerdo y alertó sobre los riesgos que tendría para la producción nacional. A mediados de junio, el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, manifestó en el Secretariado su preocupación en torno a quién manejará la trazabilidad en caso de que se liberalicen algunos servicios, según informó el semanario Brecha. Aguerre alertó que existen demandas, desde fuera del país, para que la trazabilidad sea monitoreada por empresas privadas y no por el Estado.

A este panorama adverso en el Poder Ejecutivo se suman expresiones públicas contrarias al acuerdo de dirigentes del Movimiento de Participación Popular, el Partido Socialista y Casa Grande, y el pronunciamiento en contra del Partido Comunista. El viernes 26, la dirección nacional de Compromiso Frenteamplista, el sector al que pertenece el vicepresidente Raúl Sendic, resolvió que “no es conveniente para Uruguay seguir participando en estas negociaciones”, informó a la diaria Marcos Otheguy, senador del sector. Compromiso Frenteamplista considera que el gobierno uruguayo debe abandonar “a corto plazo” las negociaciones, añadió.

El sector considera positiva la decisión del presidente Vázquez de “transparentar” la discusión y plantearle al FA que resuelva sobre el asunto, indicó Otheguy. Aclaró que la resolución se tomó luego de contar con información de cancillería sobre las negociaciones y de escuchar a todos los ministros que asistieron al Secretariado Ejecutivo. Compromiso Frenteamplista visualiza al TISA en el marco de una estrategia de expansión de las multinacionales que “necesitan derribar marcos regulatorios proteccionistas que muchos Estados siguen conservando, sobre todo en áreas claves de su economía, para defender su soberanía y poder conservar autonomía en sus estrategias de desarrollo nacional”, según se valoró en la dirección nacional. Esos sectores estratégicos son fundamentalmente las telecomunicaciones, la energía y los recursos naturales, que las multinacionales consideran claves en sus planes de expansión económica. El sector considera que es “bastante claro que el objetivo principal de este tipo de acuerdo es poner al servicio de las multinacionales un marco jurídico internacional que permita derribar marcos jurídicos nacionales que defienden la soberanía de los Estados, para definir políticas y estrategias al servicio de sus planes de desarrollo”.

La dirección del sector también valoró el rol que han jugado las empresas públicas en Uruguay en el crecimiento económico y la distribución de la riqueza, y en ese marco defendió las inversiones que éstas han realizado. Por otra parte, señaló el hecho de que China y el Mercosur, principales socios comerciales de Uruguay, no estén participando en las negociaciones del TISA, y consideró “muy probable” que, en caso de que Uruguay firme el tratado, “las consecuencias con nuestros principales socios comerciales sean ampliamente negativas”, explicó Otheguy.