Con banderas, pancartas y carteles, cientos de jubilados y pensionistas nucleados en la Organización Nacional de Asociaciones de Jubilados y Pensionistas del Uruguay (ONAJPU) marcharon en la mañana de ayer hacia la Torre Ejecutiva a presentar sus reclamos al gobierno, ante el “insuficiente” aumento de 5% para las pasividades mínimas, incremento que, si se suma al de enero, redunda en 12%.

El 13 de julio, el gobierno decretó aumentar de manera retroactiva al 1º de julio las pasividades mínimas -hasta entonces de 7.630 pesos-, en un equivalente a 2,625 veces la Base de Prestaciones y Contribuciones (BPC), para llegar a unos 8.011 pesos. La ONAJPU, integrada por más de 140 asociaciones de todo el país, proponía igualarlas al salario mínimo, que en la actualidad ronda los 10.000 pesos.

Durante la movilización, el secretario general de la ONAJPU, Waldemar González, sostuvo que 8.000 pesos “no es una cifra razonable para que viva ninguna persona en Uruguay con los precios actuales”, que en el primer semestre del año acumularon 5,64% de aumento.

Desde el Ejecutivo se han mostrado en desacuerdo con los reclamos del gremio. En la conferencia de prensa en la que el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro, anunció la suba de las pasividades, sostuvo que la jubilación mínima de Uruguay “es la más alta del continente” y asimismo, el porcentaje de personas que la percibe es inferior que el de otros países.

Los pasivos esperan llevar a cabo reuniones “para la discusión de otros temas puntuales”. Algunos temas presentados ayer son la eliminación de copagos del sistema de salud y los problemas de vivienda que presentan algunos jubilados, sobre todo los que ganan menos de 15.000 pesos. También reclamaron la restauración de la ley de aguinaldo para jubilados y pensionistas, derogada durante la dictadura, y la prima por edad para mayores de 70 años.

La ONAJPU tiene previsto comenzar una ronda de contactos directos con las distintas bancadas parlamentarias, para explicar sus preocupaciones y necesidades.