El directorio del INAU resolvió a comienzos de mes regularizar la situación de casi 1.300 trabajadores contratados como talleristas pero que cumplían funciones de arquitectos, obstetras, electricistas, diseñadores gráficos, educadores y cocineros, tanto en el INAU como en el Sirpa. Su desempeño había sido evaluado de forma negativa, no habían presentado certificación sobre sus competencias y/o tenían nivel educativo bajo. La situación más urgente es la de unos 149 (40 del Sirpa) talleristas cuyo contrato tendría que cesar mañana. El director del Sirpa, Luis Noya, señaló a la diaria que, de esos casos, el sistema pidió a la comisión del INAU que evalúa el tema “que no se vayan” cuatro de los 40.
La figura del tallerista no existe como tal en el padrón institucional del INAU. Noya señaló que en el caso del Sirpa esta figura de contratación se utilizó por la situación de “emergencia” del sistema, para suplir cargos que se necesitaban. “No se ubican en el cuadro de funciones habituales del INAU, no son fundamentales para sostener el funcionamiento de los servicios de atención directa y, en algunos casos, no se establece claramente la función que realizan y para la que solicitan su continuidad. En estos últimos casos, si bien se recomienda la no continuidad, el directorio podrá crear el cargo y llamar a concurso para su provisión en la forma correcta”, señala la resolución del directorio de INAU del 10 de julio, a la que tuvo acceso la diaria. El documento también advierte que el reordenamiento de esta situación “podría traer dificultades en el funcionamiento de los servicios, principalmente en la atención directa, para lo cual habría que tomar medidas en forma gradual, procurando no afectar a la población en atención directa”. Las autoridades sostienen que se ha notificado a tiempo a los trabajadores involucrados. No obstante, el Sindicato del INAU se manifestará contrario a esta decisión el 5 de agosto.
Noya también aclaró que quedó sin efecto la resolución que determinaba “no continuar” al 30 de setiembre con otros 400 talleristas (unos 100 del Sirpa) que cumplían funciones de educadores, administrativos y acompañantes de hospital, por no contar con certificación o niveles educativos mínimos. Si no regularizan su situación, su eventual salida está reprogramada para fin de año.