En aras de demostrarle al movimiento sindical que los lineamientos no menoscabarían el salario real de los trabajadores al final del convenio, el gobierno parece haber terminado convenciendo al sector empresarial de que la propuesta no les conviene. Francisco Fraschini, representante de la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU), ilustró la situación: “El resultado final, con la aplicación de estos lineamientos y los valores que podrían haber surgido [en comparación] con los de la ronda anterior, es más favorable [a los salarios] e implica un mayor crecimiento. Eso ojalá el país lo pueda permitir, pero a nosotros nos preocupa, por eso queremos analizarlo con detenimiento”. La inquietud, sostuvo, se genera en la medida en que existen dudas acerca de si los lineamientos funcionarían de forma acorde con los objetivos. “Lo vamos a analizar con nuestros equipos, porque el escenario final puede ser de preocupación”, resumió.

Las nuevas pautas del gobierno, presentadas la semana pasada en el Consejo Superior Tripartito, implican algunos cambios respecto a la política salarial que venía llevándose adelante en el gobierno del presidente José Mujica. El gobierno estableció crecimientos salariales de 8,2%, 6,6% y 6,1% para los próximos tres años para los convenios que vencieron este año en los sectores que registran mayores problemas económicos. Los porcentajes de los aumentos se cobrarán de forma dividida semestralmente y no anualmente. El primer correctivo por inflación en estos convenios de tres años se realizarán al final del segundo año, y la cláusula gatillo ya no al registrarse una inflación interanual de 10%, sino de 12%. Para los sectores más dinámicos de la economía (que registran un crecimiento de más de 4%) los aumentos salariales serán de 10%, 9% y 8% en los tres años, y para los sectores denominados “medios” (los que no están comprendidos en las dos categorías anteriores) 8,5%, 7,5% y 7%. El gobierno propone además aumentos anuales adicionales de 3,5% y 2,5% a los salarios más sumergidos en función de dos franjas.

El PIT-CNT mantuvo su postura crítica con estos lineamientos, que “no garantizan el mantenimiento del poder de compra de los salarios en el transcurso de la totalidad del convenio”, explicó el secretario general de la central, Marcelo Abdala. El dirigente pidió que el gobierno “genere válvulas de flexibilidad que permitan que en las mesas de negociación se pueda elegir entre ajustes anuales o semestrales, y que los correctivos con respecto a la inflación se realicen en la misma oportunidad que los ajustes”. Además, subrayó el reclamo de que el aumento del salario real acompañe el crecimiento de la economía. El dirigente sindical Ismael Fuentes fue más gráfico en este punto: “Si el país va a crecer 2,5% o 3%, la torta va a crecer, y si la torta crece pero la porción [el salario real] se mantiene, quiere decir que hay algo que está creciendo más”. Respecto al rechazo de las pautas por parte de las cámaras empresariales, Abdala respondió que desde el PIT-CNT les preguntaron si preferían los lineamientos anteriores y “no nos contestaron nada”.

Otra discusión aparte merece la evolución del salario mínimo nacional, que alcanzaría a 13.430 pesos en 2018. El PIT-CNT busca que crezca más rápido y alcance 15.000 pesos lo antes posible. Durante la discusión, la CIU difirió en su postura con la Cámara Nacional de Comercio y Servicios, según reveló el propio ministro de Trabajo, Ernesto Murro. Mientras Fraschini se mostró partidario, al igual que la central sindical, de trabajar en una mejora de los salarios más sumergidos, el representante de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios, Juan Mailhos, dijo que estos aumentos también podrían generar problemas en pequeñas empresas. En total hay 425.952 trabajadores que actualmente ganan 15.260 pesos o menos, según cifras del BPS.

Persuasión

Las nuevas y más detalladas explicaciones que el gobierno realizó ayer durante el Consejo parecieron apuntar, sin éxito, a calmar los ánimos en la central sindical. El gobierno repartió un documento en el que expresa que, aun en los sectores con problemas económicos, las pautas nuevas son “mejores” que las anteriores. Para ello, compara la vieja y la nueva pauta salarial en tres escenarios posibles, uno con la inflación esperada para los próximos tres años, otro con una inflación “alta” (8,5% cada año) y otra con una inflación “muy alta” (10% cada año). Según las cifras del gobierno, en los tres casos el crecimiento salarial se mantiene.

Luego de la reunión, Murro admitió que el gobierno se equivocó al presentar los lineamientos en conferencia de prensa, antes de entregárselos a sindicalistas y empresarios. El jerarca dijo que el presidente Tabaré Vázquez sigue muy de cerca el tema, y que se reunirá con él y con el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, el próximo martes, para ver la evolución de la negociación y analizar los planteos de ambas partes. Sin descartar ni asegurar cambios, y a pesar del contundente rechazo bipartito que viene ofreciendo la negociación, Murro se mostró conforme con el proceder del diálogo: “Bienvenidas las diferencias de las partes y el análisis de las mismas en un proceso democrático y de diálogo como el que está habiendo”.