El retraso en la instalación de la Secretaría de Medio Ambiente, Cambio Climático y Agua, anunciada por el presidente Tabaré Vázquez en su cadena nacional del 1º de marzo, preocupa a varias organizaciones de la sociedad civil que participan en el proceso de discusiones hacia la 21ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, que tendrá lugar los días 7 y 8 de diciembre, en París. Ésta es una de las reuniones más importantes de cara a las negociaciones de una convención mundial vinculante, lo que implicaría la aprobación de un acuerdo de largo plazo y un fondo multimillonario que incluya a todos los países en el esfuerzo por reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Si bien ya se celebraron varias reuniones preparatorias de la cumbre, está previsto que para agosto tenga lugar en la ciudad alemana de Bonn un encuentro clave en el que se abordarán los ejes principales de la cumbre. El cronograma contempla como fecha límite el 30 de setiembre para que los países presenten sus INDC (Contribuciones Previstas y Determinadas a Nivel Nacional, por sus siglas en inglés), una especie de compromiso-país para la reducción de emisiones en determinadas áreas para cuya construcción las Naciones Unidas recomiendan la consulta previa con la sociedad civil. Países como México y Perú incluso han apelado a la realización de audiencias públicas con la ciudadanía para debatir estos indicadores.

Por el momento, Uruguay no sólo no ha definido cuáles serían sus contribuciones, sino que tampoco ha resuelto cuál será la institucionalidad que guiará las políticas de cambio climático en el país. Las diferencias entre el Ministerio de Vivienda, el Ministerio de Ganadería y Presidencia de la República sobre la ubicación institucional de la oficina anunciada por Vázquez mantienen congelado el anuncio. En la última reunión, el lunes 29 de junio, las organizaciones de la sociedad civil consultaron al Sistema Nacional de Respuesta al Cambio Climático sobre la creación de la nueva secretaría, pero no obtuvieron respuesta. Según explicó a la diaria Gerardo Honty, del Centro Uruguayo de Tecnologías Aplicadas, “si Uruguay quiere tener una posición en la cumbre, tiene que definir políticas, pero si no se sabe quiénes son los que tienen que tomar estas decisiones, es muy difícil que eso suceda”. Para Honty, “Uruguay en este momento está en cero”, debido a que “ni siquiera hay una decisión acerca de si se van a presentar las contribuciones”. En la misma sintonía, Magdalena Beramendi, de Cotidiano Mujer, que también participó en las reuniones con el sistema de respuesta, dijo a la diaria que “si no se fortalece la institucionalidad del gobierno en el tema de cambio climático y se demoran las definiciones, se debilita la posibilidad de que la sociedad civil se expida en tiempo y forma” sobre la posición del país de cara a la cumbre de París.