El único voto negativo fue el del representante nacionalista Gerardo Amarilla. Los restantes 81 diputados que estaban en el Plenario de la cámara ayer decidieron darle media sanción al proyecto de ley que autoriza al Poder Ejecutivo a otorgarle a ANCAP un préstamo de 267 millones de dólares para que la empresa pública cancele anticipadamente su deuda con Petróleos de Venezuela (PDVSA). A pesar de la opinión favorable de la inmensa mayoría de los diputados, el tema no estuvo exento de debate. Mientras que el oficialismo defendió que el acuerdo era totalmente favorable a ANCAP y le permitiría achicar su déficit -de 323 millones de dólares en 2014- la oposición centró el debate en los balances deficitarios de la empresa pública y en el convenio por el cual el ente autónomo accede al crudo de PDVSA.

“La solución en sí misma era buena porque implicaba un ahorro financiero”, admitió el diputado nacionalista Pablo Abdala, quien, sin embargo, no desaprovechó la oportunidad de criticar el manejo financiero del ente autónomo. “Obviamente hay que ubicar esto en el contexto de las relaciones entre ANCAP y Venezuela y la compra de crudo, que implica una política muy negativa para el Uruguay”, agregó.

En filas frenteamplistas, el diputado socialista Gonzalo Civila cuestionó la actitud de la oposición: “qué se puede entender de negativo de un acuerdo que le permite cancelar a ANCAP una parte muy significativa de su deuda con PDVSA”. Sostuvo que los representantes opositores “critican que ANCAP esté endeudada y a la vez que se desendeude”. Esto, interpretó, “sólo puede explicarse por un problema político, ideológico, de intereses”. Otro de los puntos cuestionados por la oposición fue lo que, según el nacionalista Jorge Gandini, fue la parte “no escrita” del proyecto. Concretamente, hizo referencia al memorándum de entendimiento firmado entre Tabaré Vázquez y su par de Venezuela, Nicolás Maduro, por el cual Uruguay cancelaba la deuda que Venezuela mantenía con dos empresas exportadoras uruguayas, Conaprole y Tres Arroyos, por 38 millones de dólares, y a su vez le vendería 265.000 toneladas de alimentos por 300 millones de dólares. “Ni una palabra se dice [en el proyecto de ley] de la deuda que mantiene Venezuela con los productores uruguayos. No hay petróleo por alimentos, hay petróleo por plata y promesa de alimentos”, dijo Gandini.

A raíz de esta ausencia, la bancada del Partido Nacional propuso incluir un agregado al proyecto de ley, redactado por el representante para garantizar que el monto del pago que Uruguay le hacía a Venezuela se utilizara para “pagar las deudas con el sector productivo y para futuras compras” por parte de Venezuela, explicó Amarilla. Como el agregado no prosperó, el diputado decidió no votar el proyecto.

El diputado frenteamplista Alfredo Asti criticó ese agregado: “que un Parlamento le diga a otro estado soberano lo que tiene que hacer con el dinero que recibe parece ser extralimitado. Sólo entorpecería las negociaciones”.