La Cámara de Senadores sancionó ayer el proyecto de ley que restaura el Impuesto de Primaria al sector agropecuario, estableciendo que lo deberán pagar los propietarios de inmuebles rurales con explotación de predios superiores a las 300 hectáreas -Índice Coneat 100, un indicador que mide la productividad de la tierra por hectárea-.

La sanción se apoyó en los votos del Frente Amplio y del sector blanco Alianza Nacional. Desde el oficialismo se justificó que la iniciativa fue parte de las propuestas de la campaña electoral, mientras que los integrantes del sector que lidera el senador Jorge Larrañaga apoyaron al proyecto, en el entendido de que lo recaudado se volcará a la escuela pública, algo que cuestionaron otros sectores del Partido Nacional y el Partido Colorado.

Algunos legisladores que no votaron el proyecto aseguraron que éste presenta errores jurídicos. El senador blanco de Todos hacia Adelante José Carlos Cardoso criticó que se exonerara a los emprendimientos forestales como Montes del Plata, del que se afirma que posee 258.000 hectáreas, y el independiente Pablo Mieres sostuvo que va en contra del espíritu de la reforma tributaria. Otros legisladores de la oposición criticaron que el impuesto perjudica a algunos subsectores agropecuarios que atraviesan problemas de competitividad, y tildaron la medida de “ajuste fiscal”.