El 19 de junio de 2014 fue puesto en órbita el primer satélite uruguayo, AntelSat. Según comunicó la Facultad de Ingeniería (Fing) de la Universidad de la República (Udelar), “luego de diez meses en órbita y casi diez años de trabajo, AntelSat dejó de transmitir datos”. Según aclara la Fing, el cese estaba previsto, ya que la vida útil del dispositivo había llegado a su fin, porque, de acuerdo a lo “esperable”, sus componentes se degradaron, como ocurre con este tipo de satélites que operan desde el espacio.

El proyecto fue ideado en 2006, cuando un grupo de docentes del Instituto de Ingeniería Eléctrica de la Fing en conjunto con profesionales del exterior se propuso generar capacidades y experiencia en el diseño de sistemas aeroespaciales en Uruguay, y en particular en el diseño completo de un satélite experimental. En 2011, el proyecto contó con el apoyo de Antel, que participó en la fijación de objetivos, plazos y recursos, y fue parte del equipo de trabajo que se conformó para su concreción. Mientras que desde la Fing se encargaron de realizar los sistemas que controlan y hacen funcionar al satélite, ingenieros de Antel diseñaron los dispositivos que operan desde el espacio para que el aparato pueda realizar su función. Estos sistemas incluyen tanto el sistema de comunicación como parte de los sistemas de recepción de la señal en la Tierra.

Una vez en órbita, cumplió con éxito la activación de sus sistemas y las comunicaciones con la Tierra, y demostró, durante los diez meses en los que funcionó, el correcto desempeño “de gran parte de los sistemas del satélite, de los procedimientos y de las instalaciones en las estaciones terrenas”, informó la Fing. En total, el AntelSat emitió más de 750.000 mensajes con datos de telemetría, y radioaficionados de todo el mundo recibieron, decodificaron y publicaron los mensajes.

La base de datos con la información que se recibió desde el espacio contiene 480.000 medidas y datos individuales, y también más de 60 imágenes tomadas por las cámaras del satélite. El objetivo del proyecto siempre fue la formación de ingenieros y posgraduados en ingeniería y comprobar los alcances de la tecnología nacional. “Estos objetivos se cumplieron plenamente”, asegura el comunicado de la Fing, que agrega que con esta experiencia se formaron más de 60 personas.

La última comunicación del satélite con la Tierra se registró en la madrugada del 18 de abril, y se contabilizó que en total orbitó el planeta 4.444 veces.