Se estima que a comienzos de agosto se llevará a cabo la interpelación por parte del diputado nacionalista Jaime Trobo al ministro de Defensa Nacional, Eleuterio Fernández Huidobro, por el robo de 18.000 municiones de una dependencia del Ejército. “Es una maniobra sucia, propia de un político desleal y mezquino”, aseguró un integrante de la bancada del Frente Amplio. En el oficialismo existe la convicción de que Fernández Huidobro “no va a decir absolutamente nada de las municiones, y en lugar de eso se va a poner a hablar de lo primero que se le venga a la cabeza”, algo que sería “nefasto desde todo punto de vista tanto para el gobierno como para el Frente Amplio y la izquierda latinoamericana en general”. “Si [Trobo] realmente tuviera interés por saber qué pasó con las municiones, le preguntaría a alguien que tuviera una mínima idea de lo que pasa su alrededor. Pero eso de ponerle un micrófono al ministro para que hable, y encima en el Parlamento, es una muestra de politiquería barata, una auténtica canallada, porque es obvio que después de haber insultado a los familiares de los desaparecidos, tiene que decir algo realmente aberrante para levantar la apuesta”.

Sin embargo, en el entorno de Fernández Huidobro aseguran que “no es cierto” que el ministro no esté al tanto de la situación. “Él está buscando con mucha determinación al responsable del faltante, porque quiere perdonarlo y eventualmente felicitarlo”, dijeron. Si bien el jerarca aseguró, la semana pasada, que el robo de municiones es “un asunto menor” en comparación “con las torturas, los asesinatos, las desapariciones y todo eso de los derechos humanos, que no es nada más ni nada menos que un invento de los países ricos para que la izquierda se olvide de la lucha de clases”, también opinó que “con todos los ataques injustificados que reciben los militares hoy en día tienen un margen de acción muy reducido, así que cualquier transgresión a la ética y las leyes debe ser apreciada”