Entro a interné y me entero de que en Marte hay mujeres de diez centímetros con aspecto de monjas, al menos hay una que salió en una foto, o es una estatua, o una muñeca, y también cangrejos gigantes que parecen haber sido dibujados por un niño de cuatro años, y que cada vez que se corta la transmisión desde la Estación Espacial Internacional (EEI), alguien dice que fue para evitar que se viera un ovni que justo pasaba por ahí, y que en realidad la EEI es un lugar donde los que mandan se pueden reunir tranquilamente con sus amigos extraterrestres para negociar las calamidades que se abatirán sobre la mayor parte de la humanidad en los siglos venideros, y que hoy se reúnen con los grises y mañana con los reptilianos y pasado con los altísimos y traspasado con los bajitos y la semana que viene andá a saber con quién, bueno, parece una buena idea reunirse ahí arriba, ya que sería un poco difícil desmentir que todos los jueves aterriza un plato volador en el jardín de la Casa Blanca, por decir algo, aunque en realidad, si es verdad que tenemos ya colonias funcionando en Marte, a las que vamos porque en los años 60 unos alienígenas nos pasaron la tecnología de la teletransportación, no entiendo para qué, entonces, sería necesaria la EEI, tan costosa, además, pero bueno, ellos sabrán, uno no es nadie y encima está desinformado; lo único cierto es que con los transgénicos la humanidad no va a aguantar ni dos décadas más sobre la Tierra, me extraña que nadie haya hecho la correlación mental entre el surgimiento de los transgénicos y el calentamiento global, siendo tan evidente que una cosa trajo la otra, bueno, no sé si es evidente, pero igual es raro que los científicos, que saben tanto, no se hayan dado cuenta, aunque claro, ahora que pienso deben de tenerlo clarísimo, pero no lo dicen porque a ellos les sirve mantener a la gente ignorante para poder controlarla, y claro, con el calentamiento global vos ves los mapas de cómo va a estar el mundo dentro de un tiempo y, oh, casualidad, los países más pobres estarán todos bajo el agua, bueno, y Holanda creo que también, no sé de qué van a vivir los países ricos si nosotros nos inundamos, ¿comerán algas?, ta, pero ellos quedarán olímpicos, con sus territorios más o menos como ahora, y así podrán plantar sus transgénicos y reunirse con sus hombrecitos y mujercitas verdes de número variable de centímetros o metros, y planear junto con ellos y los dueños de las transnacionales del medicamento y los masones los experimentos que realizarán utilizando las personas de los países del tercer mundo como conejillos de indias, o cuises, aunque cuises queda menos chic, experimentos, decía, como el que ahora se está haciendo en Uruguay, donde se intenta ver hasta qué concentración de pesticidas puede tolerar el organismo, y no digo que no sea importante eso, pero podrían probar con ratones o con gente de algún país menos civilizado, por qué justo tenían que venir a Uruguay, que bastantes problemas tiene ya, pero claro, la mente de los dueños de transnacionales y la de los alienígenas son inescrutables, nosotros somos ratones para ellos, bah, ratón parece la mujer esa de diez centímetros que vieron en Marte, con eso, decía, y con todo lo demás que dije, uno a veces se siente un poco desorientado.