Una encuesta representativa de la población uruguaya sobre el acceso a la Justicia en 2013, realizada por investigadores de la Facultad de Derecho de la Universidad de la República, dejó en evidencia que, a menor nivel educativo, menor declaración ante la Policía o la Justicia de “eventos justiciables habituales en la vida cotidiana”, como diversos delitos, endeudamiento por créditos, problemas con los arrendatarios, impedimentos para participar en actividades gremiales, entre otros. El responsable del equipo de investigación, Henry Trujillo, del Instituto de Sociología Jurídica, explicó que “para poder denunciar algo uno lo tiene que reconocer como problema, y eso requiere capacidades cognitivas”. El informe dice que “lo que sucede no es tanto que algunos grupos experimenten problemas con mayor frecuencia que otros, sino que lo que está desigualmente distribuido es la capacidad o la disposición a problematizar eventos en tanto situaciones negativas no naturales”. “En realidad, el capital social y el ingreso del hogar no tienen efecto propio”, aseguró.

En el marco de la encuesta, los consultados declararon 2.357 eventos justiciables de 38 tipos, referidos principalmente a “problemas de consumo de bienes y servicios, trabajo, acceso a prestaciones sociales, familia, atención a la salud, discriminación, convivencia y seguridad, vivienda, y endeudamiento”, y también se preguntó sobre la tenencia de armas y actitudes frente al delito. De los datos surgió que más de 25% de los encuestados declaró no haber presenciado eventos justiciables en su hogar, y que 50% de las personas enfrentó entre uno y cuatro eventos justiciables. Entre los eventos justiciables más mencionados aparecen la disconformidad con bienes o servicios comprados (21,8%), haber sido víctima de un delito (21%), haber tenido algún tipo de inconveniente “importante” con servicios tales como agua corriente, energía eléctrica, teléfono o acceso a internet (15,5%). Los menos mencionados fueron las detenciones o haber sido interrogado por la Policía de manera indebida (2,7%), las agresiones en el seno de la familia o la pareja (1,9%), y las expulsiones de menores de centros educativos (1,1%). Es importante tener en cuenta que de todos los eventos declarados, se profundizaron las preguntas únicamente sobre los dos que los entrevistados consideraron “más importantes”. De esto surge que los tipos de eventos más mencionados y más importantes tienen que ver con las dimensiones seguridad, consumo y dinero; pero si la información se analiza sólo según lo más importante, el tercer lugar lo ocuparían los problemas con personal del sector de la salud.

Con respecto a la “principal acción emprendida”, los datos indican que la mayoría, 31,9%, intentó una “negociación o enfrentamiento directo, o con mediación formal”, que 19,2% “no hizo nada para resolverlo”, que 13,7% presentó un “reclamo o demanda formal” y que 6,8% buscó “asesoramiento en organizaciones, instituciones o con profesionales”. El informe señala que los eventos “más probablemente judicializados o denunciados ante la Policía” son referidos a seguridad, temas de familia y discriminación. Además, se indica que no hacer nada frente a un evento justiciable se debe a la “percepción de escasa eficacia de los medios disponibles para defender derechos”. Trujillo sostuvo que es relevante el hecho de que “hay una escasa mención a centros de mediación o defensorías, [así como] el hecho de que casi nadie menciona pedir asesoramiento o ayuda en centros religiosos y que tampoco se recurre a políticos”.

El estudio se realizó en noviembre de 2013 mediante una encuesta telefónica a personas mayores de 18 años. Trujillo aclaró que aún hay que hacer algunas modificaciones, porque se trata de un informe interno. Explicó que la encuesta “se desarrolló para medir temas de acceso en sentido de política pública, para saber cuánta gente utiliza los servicios”. “No está pensado con fines académicos; para entender la causalidad, por ejemplo, se necesita utilizar técnicas cualitativas, y es algo que queremos desarrollar en el futuro”, sostuvo.