Ruben Daniel Martínez tiene 53 años y las manos curtidas por décadas de manipular metal engrasado en su taller automotor. Tuvo siete hijos, pero desde la madrugada del 12 de julio tiene uno menos: Ruben Martínez falleció como consecuencia de un disparo en la espalda en un episodio confuso en el barrio Peñarol que involucra a diez policías.

la diaria pudo acceder al parte que la Policía envió a la Justicia, que reúne las declaraciones de los diez oficiales involucrados en el operativo. El relato de lo que ocurrió esa noche varía según quién de ellos declara. Hay consenso, sí, sobre que pasada la medianoche dos hombres robaron una heladera y una garrafa de un carro de chorizos del barrio. Un taxista llamó a la Policía y un patrullero contestó el llamado. Los oficiales redujeron a un hombre de buzo negro, que horas más tarde declararía su inocencia. La versión de los policías, sin embargo, es que ese detenido era el cómplice de otro, de buzo blanco, que huyó hacia el barrio Maldonado. En ese momento, las historias se ramifican: los agentes que conducían una de las patrullas afirman que el primer detenido, el del buzo negro, “empezó a golpearse, principalmente con la cabeza en la mampara”, con intenciones de fingir una paliza policial, mientras otros tres perseguían al de buzo blanco, en un auto y a pie.

En el barrio suenan cinco o más tiros, según el declarante. Uno de los policías dice haber disparado al suelo una vez para intimidar al presunto ladrón. Sobre las otras detonaciones, hay versiones distintas: los dos oficiales que estaban a bordo del patrullero acusan a un oficial de la Seccional 8ª, el que iba a pie, de dispararle a quemarropa al hombre de buzo blanco y luego abandonar el lugar, pero él negó esas versiones. A las 4.25, una ambulancia del Semm constata la muerte del muchacho de buzo blanco, de 25 años, por un impacto de bala.

Ni el abogado de la familia del fallecido tuvo acceso al expediente, a pesar de que una modificación del Código del Proceso Penal de 2014 habilita a los denunciantes a acceder al expediente y aportar pruebas. Una de ellas, que la familia podría presentar, es un video que la suegra de la víctima filmó con su celular a las 2.05, en el barrio Peñarol, y que muestra a un grupo de oficiales que golpean a un hombre esposado en el piso. Su buzo es blanco, pero su rostro no se ve. Si fuera Ruben, habría una nueva contradicción: la persecución del hombre de buzo blanco que huía del carrito sucedió, según los policías, una hora después y a más de diez cuadras de distancia.

El caso lleva más de un mes de indagatorias pero parece haberse acelerado esta semana: según pudo saber la diaria, el expediente pasó a la fiscalía el miércoles. En 15 días hábiles, el fiscal Carlos Reyes tiene que decidir si solicitará un procesamiento por homicidio a Graciela Eustachio, jueza a cargo del caso.