Mañana el director del Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente (Sirpa), Edgard Bellomo, presentará su renuncia al organismo. En los motivos, que ayer comenzó a redactar en una carta, pesó lo sucedido en el caso de la difusión del video del Centro de Privación de Libertad (Ceprili), que a la postre determinó el procesamiento por torturas de 26 funcionarios del Sirpa. Bellomo, quien fue legislador de Alianza Progresista y luego director del programa Mesas Locales de Convivencia y Seguridad Ciudadana, explicó que no acompañó la propuesta de la presidenta del Sirpa, Gabriela Fulco, de presentar el video a la Justicia. “Entendía que teníamos que hacer una investigación administrativa y que de ahí, resultara lo que resultara, se pusiera en conocimiento a la Justicia”, explicó.

Afirmó que desde que asumió sus funciones el actual directorio del Sirpa, a comienzos de año, se instruyeron más de 30 investigaciones administrativas, “muchas por malos tratos y algunas por irregularidades”, y que en algunos casos se separó a los funcionarios de su cargo en forma preventiva. Bellomo entendía que en el caso del Ceprili debía procederse de igual manera.

“Desde el sábado 25 la presidenta planteó su voluntad de que denunciáramos al gremio, porque a causa de la asamblea fueron desatendidos los jóvenes y eso motivó lo que pasó después. Yo le dije que no pensaba que por causa de una asamblea pasaran algunas cosas, entre otras razones porque escaramuzas de éstas hay seguido; yo sé lo que es esa demanda infernal de ‘funcionario, funcionario’ permanentemente, y que si pasan minutos sin ser atendidos, eso puede desatar otras cosas”, manifestó el director del Sirpa.

El 30 de julio Fulco le mostró el video al equipo de dirección; Bellomo explicó que en ese momento no vio la filmación “en su totalidad”. El 31 de julio, la presidenta del Sirpa le comunicó al directorio que contaba con el aval de la ministra de Desarrollo Social, Marina Arismendi, para presentar la denuncia, y lo hizo. “Mi renuncia se debe a éste y otro tipo de desencuentros. A que cuando planteaba cosas, sentí que no era tenido en cuenta, o, dicho de otra forma, yo no tenía la llegada que ella tenía con la ministra. Las cosas que a mí me parecía que no hacía bien la presidenta, ese estilo de confrontación, fueron avalados por la señora ministra”, expresó Bellomo. El director del Sirpa aclaró que, respecto de lo sucedido con el video del Ceprili, “todos los hechos indican que el proceder de Gabriela ha sido el correcto y ha dado sus resultados”, pero cuestionó que “ese estilo de confrontación está lejos de buscar el diálogo”. “Capaz que la historia demuestra que aquí hubo un punto de inflexión, es posible; ahora, en el Uruguay que yo quiero, preciso de los hombres y mujeres de buena voluntad y preciso de los sindicatos, con o sin Joselo [López]”, manifestó.

En la carta que presentará el miércoles al directorio del Sirpa, Bellomo expresa: “Yo no comparto ni estoy dispuesto a avalar con mi permanencia un estilo de confrontación que no es capaz de atender a otras opiniones, y que ha expresado su menosprecio hacia aquellos que no considera calificados suficientemente. La falta de calificación puede ser una limitante a la hora de la gestión, pero no puede ni debe ser motivo de descalificación, y tampoco radica allí la causa de todos los males. La experiencia y el esfuerzo de decenas de técnicos o funcionarios, sindicalizados o no, no han sido tenidos en cuenta ni respetados”.

Consultada respecto de la renuncia de Bellomo, Fulco dijo que el director le merece “el mayor de los respetos por su integridad moral” y afirmó que respeta que él piense que puede haber varios estilos en la gestión, pero remarcó que en el caso del Ceprili existía la presunción de una “situación de violación grave a los derechos humanos”. “Creo que ahí los estilos no caben, ahí cabe solamente, como funcionario público, dar cuenta a la Justicia”, enfatizó Fulco.

Esencialidad y protocolo

Ayer en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social se reunieron representantes de la cartera, del INAU, del Sirpa, del PIT-CNT y del sindicato del INAU (SUINAU). Las autoridades del Sirpa hicieron hincapié en la definición de esencialidad, decretada el sábado de noche para el Ceprili, el Centro de Ingreso, Estudio, Diagnóstico y Derivación (CIEDD), y el CDM 1. “Hoy en la reunión de trabajo se aclaró qué implica la esencialidad: significa que se aborta cualquier medida de huelga. Significa que no se puede aducir que están con medidas gremiales, que es lo que nos respondían ayer [por el domingo] en los centros. No se entendió qué significaba, por lo tanto hoy fue necesario aclarar que la esencialidad comprende mantener en un centro penitenciario las actividades cotidianas”, sostuvo Fulco. Señaló que esto rige también para el día del paro fijado por el SUINAU, el jueves.

El viernes se reunirá un ámbito de trabajo integrado por autoridades del Sirpa y representantes del SUINAU, INAU y PIT-CNT (estos dos últimos como observadores) para avanzar en la revisión de los protocolos vigentes. Fulco explicó que será un trabajo que llevará tiempo, porque hay que hacer “consultas académicas” respecto de si los protocolos cumplen, entre otras cuestiones, con la normativa en materia de derechos humanos. Hasta que los protocolos no se cambien, advirtió la jerarca, “lo que hay es lo que está vigente”.

En el encuentro de ayer, los trabajadores exigieron garantías, porque hoy “no existe un protocolo que diga cómo hay que reducir [a los internos]”, afirmó el sindicalista José Suárez, quien asistió en representación del PIT-CNT. “Hoy los compañeros del SUINAU explicaban cómo estaban haciendo la tarea; Fulco dijo que la hicieran así, y nosotros le pedimos que se pusiera eso por escrito. Porque hoy tenemos el problema de que si hay compañeros que no hacen la tarea pueden ser sancionados por omisión de asistencia, pero si la hacen pueden ser procesados por tortura”, afirmó Suárez. El dirigente explicó que en el encuentro se acordó que “si un trabajador va a darles alimento a los adolescentes o la medicación y [éstos] están nerviosos, la idea es que se hable con el coordinador para que le diga cómo actuar”. Fulco consideró que “se ordenaron cosas de sentido común”. “Cada cual tiene una tarea que debe estar definida. Si el problema que tiene que afrontar lo supera, le pregunta al superior inmediato, y así sucesivamente. Ahora, si hay un incendio, llama a los bomberos antes de avisarle al presidente de la República”, ejemplificó.

Tirando para adelante

Por otra parte, la Comisión de Ética y Propuesta del PIT-CNT se reunió ayer para tratar lo sucedido en el Ceprili, hecho por el que fue procesado el vicepresidente de la central sindical, Joselo López. “Fue una reunión muy corta”, contó Ricardo Ibarburu, “porque, entre otras cosas, no estaba completa la integración”. “Indudablemente han cambiado las cosas, y queremos instrucciones sobre cómo seguir”, complementó Ricardo Cajigas, quien afirmó que esperarán la reunión de mañana del Secretariado del PIT-CNT “para ver las directivas de trabajo que nos proponen”.

En la Justicia

Las autoridades del Sirpa presentaron ayer una denuncia penal por lo sucedido durante el traslado de 19 jóvenes del CIEDD al Centro de Estudio, Diagnóstico y Derivación (CEDD) Burgues, tras los daños a la infraestructura que sufrió el primero de los centros. Según denunciaron los jóvenes y constataron las pericias médicas, fueron golpeados por la Guardia Republicana en el ómnibus que los trasladó de uno a otro centro. Fulco informó que los 19 jóvenes aún permanecen en el CEDD Burgues, en un celdario que estaba cerrado pero que debió habilitarse tras los destrozos en el CIEDD.