Desde ayer, el niño sirio que se encontraba alojado en un hogar del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU), tras el procesamiento con prisión de su padre por ingresar con documentación falsa a Uruguay, nuevamente está viviendo con su progenitor, según confirmó a la diaria la presidenta del organismo, Marisa Lindner.

El padre aportó documentación en árabe, incluida la partida de nacimiento del menor, que probó la filiación. La jueza exigió, de todos modos, la legalización de los papeles, trámite que fue realizado, y así el niño pudo retornar a vivir junto a su padre y al otro ciudadano sirio que ingresó con documentación irregular al Aeropuerto Internacional de Carrasco, el 17 de junio.

Tras el procesamiento de su padre, el niño pasó a vivir en una dependencia del INAU, dentro de la modalidad denominada “pequeños hogares”. Lindner destacó que, pese a lo traumático de la situación, se trató de una buena experiencia, y señaló que el padre del niño -liberado el 3 de agosto junto al otro ciudadano sirio, luego de que un grupo de personas pagara la fianza- agradeció a las autoridades del INAU el trato que recibió su hijo durante el período que permaneció en este hogar, situado en la Ciudad de la Costa.

Ahora, mientras desde el INAU se aceleran los pasos para el traslado de escuela del niño desde la de Ciudad de la Costa a una cercana al lugar donde vive desde ayer junto a su padre (una dependencia de la comunidad islámica residente en Montevideo), se aguarda por el fin del proceso de los dos mayores para que los tres puedan seguir viaje rumbo a Alemania, destino original del trío en el momento de su detención en el Aeropuerto Internacional de Carrasco, ya que en ese país vive la abuela del menor.