El subsecretario de Economía, Pablo Ferreri, fue uno de los varios dirigentes frenteamplistas que recorrieron comités de base durante toda la tarde de ayer. En su caso, por el lugar que ocupa, el tema de conversación surgía naturalmente: el proyecto de ley de presupuesto, que el lunes fue presentado a la bancada frenteamplista. En el comité de base Los Malvines, Ferreri comenzó puntualizando que el contexto económico en el que se elabora este presupuesto es “muy diferente” del de los dos anteriores. Hizo referencia a la coyuntura internacional y regional. “Mientras la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, piensa cómo eliminar diez ministerios, y Argentina procesa la desaceleración, nosotros estamos elaborando un presupuesto que no resigna nada de lo avanzado”, enfatizó. “No es para jugar al achique, éste es un presupuesto que va a más, aumenta los costos, y eso lo hacemos porque somos una fuerza de izquierda”, añadió. Ferreri dijo que el programa del Frente Amplio (FA) es “muy ambicioso” y requerirá “un esfuerzo titánico del gobierno, de la fuerza política y de los militantes”. “Hay que salir en unidad a defender a nuestro gobierno”, reclamó.

Detalló que en los próximos dos años habrá 1.100 millones de dólares de incremento presupuestal, una cifra mayor que el crecimiento del producto interno de la economía, a pesar de que el déficit fiscal “ha venido creciendo y los uruguayos vamos a tener que poner un ojo” en eso. “Pero no es una contradicción [lo proyectado en el presupuesto], se trata de un esfuerzo fiscal adicional de Uruguay para sentar las bases del crecimiento económico”, señaló. “No nos guardamos nada, dejamos todo en la cancha”, insistió. Explicó que la propuesta se hace para los dos primeros años porque el gobierno entiende que son “aquéllos que pueden presentar mayores dificultades”. De esos 1.100 millones, aproximadamente 700 millones son de “gasto ya comprometido”, como el incremento de las pasividades y los nuevos ingresos al Fonasa. El resto, 470 millones de dólares, “tienen claramente un sesgo de izquierda”, remarcó Ferreri. 39% de esos 470 millones se destinará a la educación. El resto se distribuirá mayormente entre el Sistema Nacional de Cuidados, la salud y lo destinado al Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay y el Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente, esto último para “continuar allí con una política de inversiones que permita mayor dignidad [en las condiciones de vida de los internos]”. Además, hay diez millones de dólares que se destinarán a Montevideo (ocho) y a Canelones (dos), para fondos de infraestructura en ambos departamentos. Ferreri explicó que las partidas del gobierno central para las intendencias, al repartirse en forma no proporcional a la cantidad de población y a la infraestructura de los departamentos, generan inequidades que afectan especialmente a Montevideo y Canelones.

El subsecretario de Economía también habló de las inversiones en infraestructura, en particular en los puertos de Montevideo y Nueva Palmira y en el ferrocarril. “Con el ferrocarril hemos dado demasiada vuelta y hemos hecho poco”, admitió. Aclaró que el financiamiento del sector privado a las obras “no implicará privatización ni mucho menos”; “la propiedad sigue siendo pública”, subrayó.

Ante la consulta de un asistente a la charla sobre si lo propuesto por el Ejecutivo tiene consenso interno en el FA, Ferreri dijo que lo acordó todo el Consejo de Ministros, pero que no está “escrito en piedra”, y que en el Parlamento se puede, eventualmente, definir una redistribución de los recursos.