“No nos pagan”, dice un pizarrón de menú en Luis Alberto de Herrera y General Urquiza, donde está ubicada la parrillada El Brasero, ocupada por sus trabajadores desde el sábado 15. Fueron dados de baja del Banco de Previsión Social sin aviso, y luego se les quiso hacer firmar un contrato a término por tres meses, con la excusa de un cambio de firma. Tras acudir a la Dirección Nacional de Trabajo (Dinatra), consiguieron llegar a un acuerdo con un representante de la nueva empresa, para no perder el salario ni la antigüedad, pero el 10 de agosto no cobraron los sueldos de julio. Tras el fracaso de otro acuerdo, según el cual irían trabajando y cobrando día a día, decidieron ocupar. César Vallejo, cocinero del lugar y uno de los ocho ocupantes, dijo que están “dispuestos a negociar”, en referencia a que hoy volverán a reunirse en una tripartita en el ámbito de la Dinatra. El comercio funciona desde hace diez años en esa esquina y tiene “muy buena clientela”.
Toda la carne en el asador
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