“La idea fue partir de una agenda vacía y que los convocados la fueran llenando con temas de los que tenían ganas de hablar”, dijo Ana Rubio, una de las coordinadoras de la actividad, a la diaria. “Algo que estuviera pasando en su liceo y quisieran compartir, o algo que tenían ganas de que pasara y quisieran plantear”, agregó. Se mencionó, entre los primeros lugares, la motivación para estudiar. “Yo no soy el mismo que mi padre, y nos siguen enseñando de la misma manera”, dijo Pablo, como ejemplo de un tema que fue planteado desde varios ángulos: la obsolescencia de algunos métodos de enseñanza.
La decoración y ambientación de las aulas, no sólo como un espacio de disfrute para el estudiante y para el docente, sino también como parte del aprendizaje, fue una de las propuestas. “Imaginá, si te gusta la literatura, que entres al salón y haya una obra de arte de la Divina Comedia, o si a vos te gustan las matemáticas, muchos pizarrones con posibilidad de escribir fórmulas, y cubos o formas colgando”, proyectó otro estudiante. Para algunos, esto ya resultaba algo familiar: los salones del bachillerato artístico, “siempre tan lindos, dan ganas de quedarse, de estar”, dijo Luciana.
Otro de los estudiantes, Marcos, planteó la “educación problematizadora” del pedagogo brasileño Paulo Freire, que aborda la transmisión de conocimiento entre educador y alumno mediante el diálogo, en el que el beneficio va dirigido a ambos. “Queremos ser críticos y no repetir lo que nos dicen. Que utilicen lo que le interesa al estudiante para engancharlo”, resumió Marcos, y otra alumna complementó la idea: “Que la educación no sea sólo vertical, sino horizontal, donde se pueda dar lugar a aprender tanto del que está adelante como del que está al lado”. Un docente de Salto presente en el intercambio retrucó con su propuesta de crear unidades temáticas “y que se dejen de lado las individualidades”.
Otro marco
El abuso estuvo presente en las conversaciones. El de poder por parte de las autoridades y el que ocurre entre estudiantes, lo que se conoce como bullying. “Estamos todos involucrados y afectados por esto”, sostuvo Carlos.
En el debate sobre sexualidad, primero se abrió la necesidad de aceptar la elección de cada persona. La lluvia de ideas posterior se relacionó primero con el embarazo adolescente y el cuidado especial que requieren las jóvenes embarazadas. Según varios de los adolescentes presentes, estas situaciones “ocurren porque la información transmitida es mala”. Coinciden, por ejemplo, en que “la educación sexual, de la manera en que se da, no genera conciencia”. “Es todo a nivel teórico”, dice Juan, y ejemplifica: “palabras como ‘eyacular’ y ‘coitus’ no sabemos qué son”.
Esto llevó la charla a las infecciones de transmisión sexual y, de nuevo, a la escasez de información. “Se habla sólo de sida, pero hay muchísimas”, dijo un estudiante, y otro complementó: “Se habla sólo de lo que les puede pasar a los heterosexuales, y no de las enfermedades que pueden tener los que eligen distinto”.
Costó un poco más acercarse a la idea del disfrute de la sexualidad. Parecería que los adolescentes la asocian con “lo malo que nos puede pasar”. Palabras e ideas de placer y disfrute aparecieron aunque sin lugar a explayarse demasiado, como si educar en este tema se tratara de advertir y asustar. Un profesor fue concreto en su propuesta: llevar la sexualidad a todas las aulas, que deje de ser un tema tabú.
Jimena, profesora de Montevideo, incluyó a la familia en su iniciativa: crear una escuela para padres. “Antes contábamos con el apoyo de la familia para educar sobre reproducción y sexualidad, pero ahora o la familia no está o en muchos casos aparecen a veces los padres preguntándonos a los docentes, sin idea de cómo abordar estos temas con el joven. Hay que buscar un ámbito en el que crear una familia responsable”.
Liceos privados
Entre los 120 convocados había unos 20 docentes que se juntaron y llegaron también a una propuesta, a raíz del planteo de la directora de Educación del Centro Rehabilitación Punta de Rieles, Fátima Gabito, sobre la institucionalización de los liceos dentro de los centros de privación de libertad. La idea consiste en homologar el Sistema de Atención Integral-Personas Privadas de Libertad, de la Administración de los Servicios de Salud del Estado, dentro del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR). Así lo explicó a la diaria uno de los docentes: “Que los liceos trabajen dentro del INR como una institución y no como ahora, que la educación presta los docentes y todo el resto del personal [adscripción y secretaría], y la estructura de contención de los estudiantes la brinda el Ministerio del Interior, con operadores que están entrenados para otra función”. También se propone complementar con un abordaje a los usuarios “más pedagógico e integral”.