Más de una veintena de cartones pintados de fondo oscuro y escritos con tiza, bocinazos, pancartas, un parlante que pasó desde salsa hasta canto popular uruguayo, cuatro camionetas, cánticos y una mujer entre el centenar de personas con un cartel sándwich le dieron el tono crítico al gobierno a la convocatoria de Unidad Popular (UP) ayer a las 18.00 en la plaza Libertad, para marchar hacia el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Contra la carestía y en reclamo de una vivienda accesible, 6% para la educación, 0% para pagar la deuda externa, trabajo digno, salud de calidad y acceso universal, y un salario mínimo de 30.000 pesos. Se leían cosas como: “Qué cosa tan diferente mi vida y la suya, señor presidente”. “Qué bien me haría comerte, pero no puedo, soy docente”, rezaba una cartulina verde que tenía pegados con cinta adhesiva en los extremos inferiores una cebolla y un tomate.
Frente al MEF, el primero en hablar fue el diputado de UP, Eduardo Rubio, quien señaló que, “como corresponde”, el partido está “en la calle, junto a la lucha del pueblo y poniendo en debate los reclamos de los trabajadores, de la gente que no ha sido beneficiada por el modelo económico vigente que el ministro [del MEF, Danilo] Astori ha impuesto al servicio de las multinacionales, del gran capital, del agronegocio”.
Esta batalla política y social está enmarcada en “la lucha de la ley de Presupuesto”. Rubio explicó que salen “a la calle porque sabemos que el Parlamento es una trinchera, pero que la lucha se define porque es la del pueblo organizado en la calle”. “¿Dónde está el auge de los que viven con menos de 14.000 pesos por mes? ¿De los jubilados que cobran menos de 7.500? ¡Está en el bolsillo de los banqueros, de la inversión extranjera, de los latifundistas!”, exclamó. Luego, arremetió contra la “coqueta” ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz: aseguró que “no tiene idea de cuánto trabaja un maestro”, si no, “no diría que por cuatro horas trabajadas está bien que un maestro gane 25.000 pesos”. Rubio condenó la “salvaje represión” que ocurrió en el desalojo de los estudiantes del Codicen el martes de noche.
Entre las banderas de UP había una pancarta de la Corriente de Estudiantes del Pueblo, quienes reclamaron a viva voz el 6% para la educación y, con bombos y platillos, incitaron al canto de la multitud: “Todos a la huelga general”.