Como parte de la conmemoración “A 30 años más democracia”, ayer se realizó en el Palacio Legislativo el seminario “A 200 años del Reglamento de Tierras de 1815”, en el que expusieron representantes de la sociedad civil y de los partidos políticos. Alejandro Acosta, del PIT-CNT, trazó un paralelismo entre los objetivos del Reglamento artiguista y las banderas del movimiento sindical de profundizar “la justicia social, avanzar en la distribución de la riqueza y la igualdad de derechos”. Valoró al Instituto Nacional de Colonización (INC) como un “instrumento que intenta denodadamente confluir con ese espíritu del Reglamento y apuesta al asentamiento de miles de compatriotas en la producción agropecuaria”. En un Salón de los Pasos Perdidos repleto de colonos beneficiarios del INC, Acosta planteó que hay que “avanzar en la transformación de la matriz productiva y en niveles crecientes de industrialización, sin dejar de lado los recursos agropecuarios”.

Karin Nansen, de Redes Amigos de la Tierra, dijo que “es clave” continuar fortaleciendo al INC y “las políticas que garanticen el derecho a la tierra”. “La tierra tiene un valor social fundamental y debemos comprometernos en la defensa de ese bien estratégico, en garantizar la permanencia de la agricultura familiar y en la defensa de nuestra soberanía alimentaria”, afirmó.

La colona Karina Blanc, de Paysandú, dijo que hay que “continuar los cambios que se están generando, sobre todo en esta casa”, en referencia al Parlamento. “Quizá porque es tan vieja, acá se resisten un poco a los cambios que quiere la gente del campo”, ironizó. Blanc opinó que “las mejores políticas públicas son las que se hacen con beneficiarios”, y destacó cuatro aspectos de las políticas del INC: la cotitularidad de los cónyuges en los arrendamientos, el arrendamiento en lugar de la venta de la tierra, la entrega de predios a emprendimientos colectivos y la meta del INC de “mejorar la calidad de vida de los colonos”.

El presidente de la Federación Rural, Carlos María Uriarte, dijo que todavía quedan “productores infelices” en el campo y defendió a los “que no califican como colonos para el INC”. “Me refiero a los arrendatarios, que son un número importante y que no sabés hasta cuándo van a ser productores porque están a merced de una competencia desleal, extranjera y nacional, y no hay políticas para ayudarlos”, explicó.

El panel social finalizó con palabras del presidente de la Comisión Nacional de Fomento Rural (CNFR), Mario Buzzalino, quien expresó la preocupación de la gremial por el “proceso de extranjerización y concentración de la tierra”. Propuso la implementación de “políticas tributarias que desestimulen el latifundio y la tierra improductiva”. En el homenaje a la CNFR por sus 100 años de existencia, el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, dijo que las políticas de desarrollo rural tienen que apuntalar al INC, pero también a los otros 20.000 productores familiares que tienen perfil de colonos “pero no lo son”, lo que representa “un desafío”.

Finalmente, el ex presidente José Mujica señaló que Uruguay “no es un país de campesinos”, sino “un país heredero de una distribución peculiar de la tierra”, en la que “el trabajo asalariado ha sido fundamental”. “No quiero que los trabajadores rurales tengan que trabajar 16 o 18 horas por día como mis abuelos. La tierra no puede ser una esclavitud, una fábrica de pobres”, añadió. Mujica señaló que la tierra tiene que ser “un llamado de vocación y compromiso a aquellos que entienden que su cultura pertenece al trabajo en la tierra”. “Nosotros no tenemos la tierra, nos equivocamos: es la tierra la que nos tiene a nosotros. La tierra pertenece a la nación, a la sociedad, al porvenir”, afirmó.