Aunque se lo suele considerar un premio casi paralelo entre los galardones festivaleros, el de Fipresci (Federación Internacional de Críticos de Cine) es uno de los más respetados porque lo otorgan sólo críticos especializados. En un festival de San Sebastián considerado “tibio” por la prensa española, El apóstata, del uruguayo Federico Veiroj (Acné, La vida útil), se llevó ese premio, además de una Mención Especial del Jurado. Cuenta la historia de un joven español que decide renunciar al catolicismo y comenzar la serie de trámites necesaria para ello, en lo que más que un proceso burocrático es una empresa existencial. Coproducción francesa, española y uruguaya, El apóstata fue descrita con entusiasmo por La Voz de Galicia como una “gran obra insurrecta”, y su preestreno se realizará en el Festival de Cine de Movie, que comenzará el 8 de octubre.

El drama islandés sobre alcohólicos Sparrows, de Rúnar Rúnarsson, se llevó la Concha de Oro de San Sebastián, y el Premio Especial (que es como un segundo puesto) fue para la francesa Evolution, de Lucile Hadzihalilovic, acerca de un experimento con madres e hijos en la isla de Lanzarote.