A excepción de Unidad Popular, los partidos de oposición cuestionaron de forma casi unánime la decisión del presidente Tabaré Vázquez de retirar a Uruguay de las negociaciones del Acuerdo de Liberalización del Comercio de Servicios (TISA, por su sigla en inglés). Las críticas se materializarán en una interpelación al canciller Rodolfo Nin Novoa en la cámara alta, donde la izquierda defenderá su postura en soledad. La propuesta inicial había sido del senador colorado Pedro Bordaberry, que había planeado un llamado al jerarca en régimen de comisión general. Ayer el ex candidato a la presidencia recibió el apoyo de la bancada del Partido Nacional (PN), por lo que será quien lleve adelante la instancia. Los blancos, no obstante, plantearán que la instancia sea directamente una interpelación, dijo ayer el senador Álvaro Delgado.

El razonamiento de los dirigentes de la oposición se resume en algunos de los argumentos que expuso Delgado: “117 personas [por el Plenario del Frente Amplio] deciden el futuro de todos los uruguayos, el presidente está condicionado por ese plenario y el Uruguay entero es rehén de la interna del Frente”. El líder de su sector político, Luis Lacalle Pou, apuntó directamente contra el liderazgo de Vázquez: “No manda, no ejerce la autoridad”, dijo a El País, argumentando que esta falta de conducción quedó en evidencia en el conflicto de la educación y en su ineficacia para combatir la inseguridad. El otro líder nacionalista, Jorge Larrañaga, también puso en la mira a Vázquez: “Nos parece una posición equivocada; más cuando toda la oposición se encaminaba a ayudar al gobierno”. Larrañaga se preguntó “dónde está el presidente” y observó que “luego de la reunión del Consejo de Ministros, quien es vocera sobre un tema de esta trascendencia es la ministra de Turismo”.

Por su parte, Bordaberry dijo en Twitter que siente “tristeza por el país” y “por los jóvenes que mañana estarán en desventaja para trabajar frente a Chile, Nueva Zelanda, Perú y tantos países más” que están negociando en el TISA. El Partido Independiente no desen- tonó y se sumó a las críticas al gobierno por abandonar las negociaciones del tratado.

Quizá las críticas más duras hayan sido las de la máxima autoridad del Directorio del PN, Luis Alberto Heber, quien conjeturó que el Plenario del FA sustituyó al Parlamento; que la política de Estado en relaciones exteriores que Nin Novoa quería impulsar “se derrumbó”; que otro “tren” pasó de largo, que la decisión fue una “barbaridad” y que fue la “peor de las noticias”.