Una semana después de la renuncia de Edgard Bellomo a la comisión delegada del Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente (Sirpa), el director Luis Noya hizo lo propio. Según informó El Observador en su sitio en internet, Noya presentó ayer su carta de renuncia ante la comisión delegada, alegando “motivos personales”. La presidenta del Sirpa, Gabriela Fulco, confirmó a la diaria el alejamiento y aseguró que Noya lo había comunicado varios días atrás. “Él planteó asuntos de corte estrictamente personal, que estaban pesando mucho”, señaló. Fulco explicó que ya está trabajando en el directorio Eduardo Katz en sustitución de Bellomo y que se esperará la designación del tercer director, aunque dijo que la comisión delegada podría mantenerse con esa composición hasta que asuma el representante del Partido Nacional en la comisión, una vez que se apruebe la ley que constituye al Sirpa como servicio descentralizado.

Al igual que Bellomo, Noya no acompañó a Fulco en la presentación de la denuncia penal por los hechos sucedidos en el Centro de Privación de Libertad el 24 de julio, que a la postre derivó en el procesamiento de 26 funcionarios por torturas. Bellomo dijo a la diaria que Noya le comunicó su decisión de renunciar e hizo su propia interpretación del alejamiento. Sostuvo que el “estilo de confrontación” de Fulco hace que la gente “no resista la presión”. “Hay gente que se está certificando, cada vez queda menos gente y los chicos están cada vez más violentos. ¿Quién va a trabajar acá, con la posibilidad de ser maltratado, sancionado o preso? ¿Cuál es el estímulo?”, preguntó. “Los chicos están en un clima de guerra prácticamente, destruyendo todo. Yo no creo que el responsable de todo sea el gremio. El otro día, casi dejan ciego a un funcionario; no creo que nadie, para habilitar una fuga, arriesgue su vida”, manifestó el ex director, en referencia a la hipótesis de que los funcionarios permiten las fugas para desestabilizar el sistema. Consideró que “los jueces, en general, y la propia Institución Nacional de Derechos Humanos, creen que los chicos se portan como se portan porque los funcionarios los tratan mal, pero no es necesariamente así”. “Por supuesto que hay funcionarios que generan problemas, pero no son la mayoría. Son chicos difíciles, con un entorno complicado, y es muy difícil trabajar en este clima”, señaló.