“Ver el trabajo como un lugar privilegiado de circulación de cultura y conocimiento”; a eso apunta el Programa de Cultura del Trabajo para el Desarrollo, presentado ayer en la Torre Ejecutiva. El vicepresidente de la República, Raúl Sendic, abogó por “dar una batalla enorme en contra de la cultura de la holgazanería, de la viveza criolla y de la cultura de la explotación o la arbitrariedad”, mientras que el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro, apostó por “mejorar la calidad del trabajo” y el presidente del Consejo Directivo Central (Codicen), Wilson Netto, por “incrementar las capacidades de los uruguayos”.

Basado en la pirámide poblacional de un país que entró temprano -si se lo compara con otros de la región- en el proceso de transición demográfica, Netto sostuvo que Uruguay va a ser uno de los que van a contar con menos jóvenes en la próxima década, reafirmando la reducción ya visible de la población económicamente activa. En este contexto, la “salvación” será apostar a la formación y calificación de los uruguayos, de manera de “agregar valor” a los sistemas productivos.

Un informe del Observatorio del Mercado de Trabajo citado ayer indica que 5% de los trabajadores económicamente activos no tiene instrucción o tiene primaria incompleta, 20% completó únicamente la primaria, 26% tiene la enseñanza media básica completa o “con avances sustantivos”, otro 26% completó o tiene “avances sustantivos” en la educación media superior, 9% tiene terciaria incompleta y 14%, completa. “Para el modelo de desarrollo que nos proponemos, necesitamos trasladar de forma urgente esa distribución de capacitación a los niveles medios de formación educativa”, sostuvo el presidente del Codicen. En octubre comenzará una fase del programa, que permitirá que 2.700 trabajadores culminen sus estudios: 500 de primaria, 2.000 de educación media y 200 mediante la acreditación de saberes, por medio de diversos programas, ya que “ahora es posible homologar conocimientos en función de la formación del individuo y no estrictamente en la aprobación de contenidos”. En abril de 2016 se dará inicio a la segunda fase de esta estrategia, que buscará la culminación de ciclos educativos de unos 20.000 trabajadores de entre 18 y 44 años. Río Negro, Maldonado y Montevideo y su zona metropolitana serán los territorios donde se comenzará a implementar la estrategia, en primer lugar a trabajadores de la construcción, turismo y servicios del hogar. “En Uruguay somos 3.300.000 personas y unas 1.650.000 trabajando -cuantificó Murro-. Nunca hubo tanta gente con trabajo y se trabajan muchas horas, se han mejorado las condiciones y se debe seguir avanzando, pero ahora hay que mejorar la calidad, debemos ser mejores trabajadores y mejores empresarios”. El ministro profundizó en dos anexos que suman al plan nacional: la recientemente reglamentada Ley de Empleo Juvenil, por la que ya se han interesado más de 120 empresas en todo el país, y el programa Yo Estudio y Trabajo, que genera primeras experiencias laborales para jóvenes que aún se están formando, y que en su cuarta edición (cuyo plazo vence hoy) ya lleva más de 20.000 inscriptos.

“No estamos hablando de un tema cualquiera, sino de un cambio estructural de la sociedad” advirtió el vicepresidente. Para Sendic, “la única manera de compensar a las generaciones más jóvenes” por el uso que el país hace de los recursos naturales que “le pertenecen” es mediante la formación, la capacitación y el trabajo, por lo que el programa procurará “dejarlos a la altura del mundo que les tocará vivir, porque éste será, cada vez más, tremendamente competitivo”. “La única manera de hacerlo es vinculando el trabajo con la educación, porque a través de la adquisición de capacidades hay más posibilidades de apropiarse de un pedacito mayor de la economía”, afirmó.