El preacuerdo será puesto a consideración de la Asamblea General de la FUS que sesionará el viernes a las 10.00 en el gimnasio municipal Sergio Matto de la ciudad de Canelones; para asistir, ese día los trabajadores de la salud privada de todo el país realizarán un paro desde las 6.00.

Bermúdez detalló que el acuerdo inicial planteaba un correctivo por inflación a los 12 y a los 24 meses de firmado el convenio; el acuerdo del lunes, en cambio, “establece una cláusula correctiva a los seis meses si la inflación supera lo previsto y corrige con un adelanto del correctivo de los 24 meses hasta empatar la inflación”, explicó. El dirigente destacó que además tendrán un aumento de salario real de 3,56%, algo que según él no estaba contemplado en los lineamientos propuestos por el Poder Ejecutivo al inicio de la negociación. Se llega a ese aumento aplicando una partida fija en función de la capacitación profesional: en enero de 2017 esa partida va a ser de 1,5% de lo ganado en 2016 (exceptuando las partidas de aguinaldo y salario vacacional), y en enero de 2018 va a ser de 2% de lo que el trabajador haya ganado en 2017.

Si la asamblea lo aprueba, el convenio se firmará con fecha 1º de octubre y el aumento será retroactivo a julio de 2015, fecha en la que venció el actual. El aumento del primer semestre del convenio será de 6,04%.

La FUS discrepaba con los empresarios, que planteaban que no estaban en condiciones de dar aumentos salariales si el Poder Ejecutivo no trasladaba al precio esas mejoras, es decir, si no subía el costo de tickets, órdenes y cápitas. Consultado al respecto, Bermúdez comentó que “el gobierno aceptó que las patronales incorporaran todo el aumento salarial a precio de cuota; ésa fue la solución y es una decisión del Poder Ejecutivo”, aclaró.

No obstante, recordó que la FUS defiende que se vaya hacia la “eliminación paulatina en cinco años” de tickets y órdenes, “por lo menos de los que generan hoy un freno al ingreso de la atención de salud de la población”. Si bien el presidente Tabaré Vázquez y el Sindicato Médico del Uruguay están también alineados con ese objetivo, por ahora no hay señales claras de que se esté yendo en esa dirección.